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El Fantasma se alza con el espectro (3)

  • mh
    20 de febrero de 2016

III. Televicentro surge de las cenizas de GamaTV

En Ecuador se volvió a hablar de Remigio Ángel González González a raíz de la compra del 94,93% de las acciones del Grupo El Comercio. Esta compra la hizo la empresa Telecomunicaciones Globales de Entretenimiento Televisivo (Telglovisión S.A.). Hace 15 días ‘El Fantasma’ volvió a sonar por el lanzamiento de Televicentro, que usa las marcas de El Comercio y Últimas Noticias para sus noticieros.
González nació en Monterrey, en 1941. Su entronque con los medios comenzó en Guatemala como representante de ventas para Televisa en América Central. Allí se casó con la hermana de Luis Rabbé. Ella falleció en un accidente automovilístico durante la luna de miel, pero la relación con él continuó. De hecho, cuando Alfonso Portillo llegó al poder en Guatemala en enero de 2000, nombró a Rabbé ministro de comunicaciones. Tuvo que dejar su cargo por corrupción año y medio después.
En Guatemala, González inició su imperio. En 1981 compró dos canales de TV y radios pequeñas que puso a nombre de su nueva esposa (Alba Elvira Lorenzana) y de su suegra (Sara Aurora Cardona). Su esposa también da el nombre a su cadena continental, Albavisión. Ahora vive en Miami, en una lujosa mansión en Key Biscayne. Llegó después de haber estado preso en México, en 1987, acusado de no haber pagado a un empresario del espectáculo que le alquilaba salas de cine.
‘El Fantasma’ usa en todos los países, según los relatos de la prensa internacional, el mismo mecanismo para extender su red: entrega a crédito programación de Hollywood y enlatados mexicanos a canales en mala situación económica. Luego, cuando la deuda se agiganta, los compra a muy bajo costo. Su fortuna, según cálculos de El Universal de México, supera 2.000 millones de dólares.
Hombre secreto, se sabe no obstante que González fue amigo de Alberto Fujimori, Alfonso Portillo, José López Portillo y lo es de Daniel Ortega. Alan García negó conocerlo, aunque se dijo lo contrario. Al expresidente peruano se le atribuye la autoría de su apodo: cuando la prensa de su país le preguntó si lo conocía, respondió que no, porque es un fantasma. González prefiere autodenominarse un “Robin Hood que paga los impuestos”. Tiene fama de entenderse magníficamente con los gobiernos. Estos le retribuyen bien con publicidad oficial. En las tres ocasiones que ha dado declaraciones a la prensa, indicó que su negocio es hacer negocios y que él en ningún momento evade la ley aunque le gusta poner a nombre de otros sus empresas. Se considera conservador y honesto.
Cuando el emporio saca al aire un medio de comunicación sigue el mismo patrón: su programación es sencilla, introduce enlatados, películas viejas y un noticiero. Salvo en período electoral, la política y la economía tienen muy bajo perfil. No hay editoriales, entrevistas ni programas de opinión y la apuesta mayor se divide entre crónica roja y entretenimiento.
Bajo este esquema, Televicentro se armó rápidamente. Casi un año después de la venta de diario El Comercio al mismo grupo, los ejecutivos anunciaron a los periodistas que harían parte de dos noticieros de televisión con tres horarios cada uno: 07:00, 12:00 y 19:00.
La principal cara de ese espacio era Andrés Carrión. Él fue el primer dueño de la empresa Ortel y la vendió a ‘El Fantasma’ en 1984. Pero Carrión no duró sino día y medio debido a presiones, como lo contó el medio digital 4pelagatos.com. Tras su salida, la figura es María Fernanda Suasnavas, que fue presentadora del canal estatal EcuadorTV desde sus inicios. Además consta en el IESS como empleada del Consejo de Educación Superior, donde es asesora y gana 3.038 dólares mensuales. Los reporteros son de El Comercio y RTS. En las noticias internacionales participan canales de la red Albavisión como VTV de Honduras e Infobae, de Argentina.
El engranaje del emporio González es visible hasta en el control máster que se encuentra en las instalaciones de RTS en Quito. Las trasmisiones se hacen con tres microondas, una de ellas ubicada en la planta de El Comercio, en San Bartolo. En el edificio de RTS están los estudios principales de Televicentro y las antenas para las dos frecuencias, la repetidora de RTS y la matriz del nuevo canal. Exteriores de los estudios de RTS, en el norte de Quito.
El resto de la programación es de la cadena mexicana Televisa. Novelas como “Antes muerta que Lichita”, “Lo que la vida me robó”, “Simplemente María”, “Soy tu dueña”, “La Rosa de Guadalupe”… Y el Chavo del ocho. Esta programación estaba en manos de GamaTV, que desde 1995 tenía los derechos de Televisa. Hoy es exclusivamente del emporio González en Ecuador. GamaTV, canal incautado y manejado por el Estado, mantenía una deuda con la cadena mexicana, de 2,3 millones de dólares hasta el 2014, según el último reporte financiero entregado a la Superintendencia de Compañías. El acuerdo de ‘El Fantasma’ con Televisa también afectó a otros canales independientes, como Ecuavisa y Teleamazonas, que ya no transmiten ningún contenido de Televisa.
Haber perdido la programación de Televisa ahonda la crisis económica de GamaTV. Hasta 2015, ese canal tenía activos por 32 millones de dólares, pasivos por 26,7 millones, ingresos por actividades ordinarias por 41 millones y una ganancia neta de 59 mil. Además otros programas de alto rating, como “Los Simpsons” y “No-Noticias”, salieron de su programación y regresaron a Teleamazonas. A este ritmo, la situación de GamaTV luce insostenible e incluso entre sus empleados se habla de salarios atrasados y malestar creciente. ‘El Fantasma’ se alzó con el espectro radioeléctrico y la programación.

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