Skip to main content

La mafia china controla la minería ilegal en Imbabura

  • mh
    6 de diciembre de 2019

Redacción Periodismo de Investigación (La Fuente – Milhojas)

No hay avances o al menos no se han hecho públicos los resultados de las investigaciones a cargo de la Fiscalía,
pese a que la historia de explotación ilegal de oro en la zona y la danza de millonarias ganancias no son fenómenos nuevos. Se instalaron sin ningún tapujo, cambiando la tranquilidad de territorios agrícolas y ganaderos por un poderoso y bien organizado sistema delincuencial que ha destruido el medio ambiente sobretodo en la zona de influencia directa de la parroquia La Merced de Buenos Aires, en el cantón Urcuquí.

Una de las primeras señales preocupantes que se dieron al inicio de las investigaciones y que podría perfilar el rumbo que puedan tomar la Fiscalía ha sido el haber dejado en libertad a tres ciudadanos chinos y un ecuatoriano apresados el 10 de julio pasado, durante el allanamiento de una planta procesadora de oro que operaba de manera ilícita en la hostería del ex asambleísta del correato Agustín Delgado.
El fiscal Jeffrerson Ibarra y la jueza Raquel Maza Puma no tomaron en cuenta los hallazgos de ´Avalancha 412´, como se denominó al operativo ejecutado en este caso, con lo que se abrió el camino para dictar medidas sustitutivas a la prisión preventiva en favor de los extranjeros y el ecuatoriano detenidos en julio de este año: Wu Haitao, Xian Zhong Yu, Zhang Youpeng y Darwin Efraín P. S.
Esto pese a que en las pesquisas se estableció que el mineral que almacenaba y se transformaba en un galpón ubicado en el Complejo Deportivo Bienvenidos “Welcome” (parroquia San Antonio de Ibarra) de propiedad de Agustín Delgado, había sido sustraído del sector de Buenos Aires. Es decir, las pistas que condujeron a este hallazgo de maquinaria y equipos de procesamiento minero devenían, a su vez, de la información recopilada en el mega operativo realizado el pasado 2 de julio en Buenos Aires, donde se detuvieron a más de una treintena de personas; se decomisaron 15 armas de fuego, 119 galones de combustible, 2.339 gramos de oro sólido, 250 gramos de marihuana, 200 generadores de energía, 52 motores de polea, cuatro bombas de agua, entre otros elementos.

A partir de este operativo se recopilaron centenares de otros indicios como datos registrados en libretas a partir de los cuales se evidenciaron donde se encontraban las zonas de acopio de los minerales; el pedido de un alternador eléctrico registrado a nombre de Delgado, equipo necesario para el funcionamiento de una planta de energía eléctrica; y otras máquinas también a nombre del ex futbolista, y que formaban parte de la planta procesadora. Este tipo de información condujo hasta la hostería de Delgado.
Otros hallazgos apuntan a una tía del ex asambleísta del correato, quien sería la encargada de realizar la explotación de las minas en Buenos Aires, para lo cual utilizaría la mano de obra del sector. Luego se encargaría de comercializar el mineral con ciudadanos chinos.
Las autoridades judiciales no han dimensionado la magnitud de este caso que tiene varios tentáculos que lo vincularían no solo con la minería ilegal practicada en la parroquia Buenos Aires, sino también con verdaderas mafias chinas que habrían realizado fuertes inversiones con recursos provenientes de lavado de dinero, en un negocio redondo que no solo incluye la extracción, procesamiento y venta ilegal de oro, sino también otros delitos conexos como homicidios, tenencia ilegal de armas, contrabando, prostitución, trata de personas, extorsión, narcotráfico…

Se presume que los individuos y las empresas que integrarían estas mafias han logrado contactos al más alto nivel gubernamental, es decir con personas que han ejercido cargos de  poder como ministros, gobernadores, embajadores, alcaldes, jefes policiales, militares, fiscales, jueces y otros personajes públicos. Estas relaciones de poder y de negocios se habrían intensificado durante el gobierno de Rafael Correa.
La huella de toda esta criminalidad empezó a dar señales claras de cómo se había instalado en el país desde hace, al menos, un par de años atrás.
Es así como el 27 de octubre de 2017, en el operativo ´Dragón Rojo´ realizado en el sector de Mascarilla (Imbabura) se detuvo a 3 ciudadanos de nacionalidad china que viajaban en un vehículo Ford Explorer, color blanco de placas PBD 2646, con 591.540 dólares en fajos ocultos en la llanta de emergencia.
Los detenidos estarían relacionados con otras personas también de nacionalidad china, con vínculos con la minería ilegal y que utilizan chifas y tiendas de bisutería o de otros artículos chinos para lavar grandes cantidades de dinero. Esta mafia también envía el dinero a Colombia y EEUU. Desde este país se depositaría en una cuenta del Hong Kong Bank.
Luego, los dólares regresan a Ecuador en contenedores que traen artículos chinos y dinero en efectivo. Esa plata se invierte en  procesos de extracción y procesamiento ilícito de minerales, como lo que empezó a funcionar en Buenos Aires, donde las economías criminales que se organizaron alrededor de la minería ilegal pusieron en riesgo no solo al medio ambiente sino a la seguridad de los habitantes del sector y de los más de 10 mil personas que se dedicaban a esta actividad.
Otra de las señales que ya ponía en evidencia el avance de la minería ilegal especialmente en la provincia de Imbabura, fue lo sucedido en mayo de 2018 cuando ya se allanó la hostería del ex futbolista Agustín Delgado, encontrándose material aurífero. A partir de ello se inició  una investigación previa, pero sin que se conozcan avances hasta el momento.
En mayo de 2019 se verificó los lugares donde pequeñas camionetas recibían el material aurífero extraído ilegalmente de Buenos Aires para trasladarlo hasta la planta procesadora que funcionaba en el complejo deportivo de Agustín Delgado. Se estableció que en el galpón donde se habían instalado estas máquinas y equipos se procesaba 10 toneladas al día de material minero.

El oro se trasladaba hasta Quito y se lo almacenaba en una bodega ubicada en el sector de Calderón (norte de Quito). Una empresa de repuestos, situada cerca de esta bodega era utilizada como fachada de ciudadanos chinos para cuidar el material aurífero.
Mediante un bien organizado sistema de traslado que incluía un tanquero que se movilizaba teniendo como guía el transporte de combustible, ese oro atravesaba casi todo el país hasta el cantón Pasaje (provincia de El Oro), desde donde se factura y comercializa el oro de manera “lícita”. Es decir, se presume que el concentrado de oro obtenido de todo este proceso, lo podían vender o trasportar a otros países de  manera legal.
Incluso está identificada por la Policía una empresa de capitales chinos que es la que se encargaría de exportar el mineral a China. Se trata de una compañía legalmente constituida en el país, en agosto de 2015, según la Superintendencia de Compañías, y tiene registrada como actividad económica la extracción de minerales metalíferos.
De acuerdo con información encontrada por Mil Hojas en fuentes de comercio exterior, se trata de una empresa que ha exportado centenares de toneladas de concentrado de oro a China desde 2016.
Las investigaciones sobre el tema han enfrentado trabas incluso desde el interior de las instituciones encargadas de impulsarlas. En el caso de ´Avalancha 412´ el primer escollo fue la tardanza para el inicio mismo del operativo por parte de Dirección General de Inteligencia, la Dirección Nacional de la Policía Judicial, Fiscalía General y los jueces de Ibarra. El allanamiento a la hostería de Delgado no se hizo en la madrugada como se acostumbra y había resistencia de las autoridades para ingresar al área donde se encuentra la moledora o procesadora de material aurífero.
Ya en el proceso judicial se excluyeron evidencias, la audiencia de juzgamiento fue dilatada para que aboquen conocimiento el juez y fiscal.
En fin… las dilaciones e irregularidades no han estado ausentes en los casos abiertos en torno a la minería ilegal, como tampoco la presunción de que fuertes cantidades de dinero hayan determinado y sigan marcando el curso de las investigaciones desde el poder judicial