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¿De quién es el dinero del IESS? (4)

  • 10 de enero de 2015 |
    mh

4. ¿Eficiencia, seguridad y rentabilidad?
La mayor parte del portafolio del BIESS consiste en bonos del Estado tanto por daciones en pago de las obligaciones de este con el IESS como por convenientes “inversiones” cuando el gobierno estaba urgido por liquidez. Otro rubro importante son los Fideicomisos. Entonces y ahora, el Estado ha mantenido deuda con el IESS y ha tomado su liquidez a cambio de bonos del Estado. Una nota de 2004 del extinto Diario Hoy habla de la deuda del Estado con el IESS y de la inversión en bonos del Estado del IESS, pese a ello⇒.
La mora de los aportes del Estado con el IESS y la calidad de caja chica del segundo respecto al primero es de vieja data. Más allá de que esta práctica contravine el mandato expreso de la Constitución, el problema de que gran parte de los recursos de los afiliados en el IESS se coloque en Bonos del Estado radica en que pone en riesgo su liquidez y su seguridad. Si el costo de convertir o transar tales bonos supera a su rendimiento se los fondos y reservas del IESS y su patrimonio se verían afectados, en contravención no sólo de lo que establece la Constitución sino también de la norma específica del IESS en su Art. 22⇒:
•Art. 22.- Prohibiciones. Se prohíbe al Banco:
a) Utilizar los fondos y reservas del seguro universal obligatorio y los recursos previsionales públicos que le corresponderá administrar, para financiar operaciones de gasto del Fisco.
Ninguna institución del Estado Central podrá intervenir o disponer de estos fondos y reservas, ni menoscabar el patrimonio del Banco o del IESS;
b) Condonar las obligaciones a favor del Banco; y,
c) Conceder o entregar contribuciones o aportes de cualquier naturaleza a favor de personas naturales o jurídicas, públicas o privadas.”
Después de condenar el pasado, la Revolución Ciudadana llego a nuevos niveles en su utilización de los fondos del IESS:
Institucionalizó la dación de bonos como parte de pago de las deudas del Estado con el IESS mediante instrumentos como el Acuerdo Ministerial 108 de abril del 2012⇒.

El Acuerdo Ministerial 108 estuvo rodeado de falta de transparencia:
“El director del IESS, Fernando Guijarro, y el ministro de Finanzas, Patricio Rivera, firmaron un convenio de dación en pago con “carácter de reservado”, el 26 de abril del 2012 y al que accedió este Diario. El acuerdo permitió saldar el pago del 40% de pensiones entre el 2010 y febrero del 2012, por un monto de USD 1 556, 3 millones. De estos, USD 1 318 millones se pagaron en bonos y USD 238 en efectivo.” El texto da a confusión, ya que el Estado tiene la obligación de pagar el 40% de las pensiones jubilares y en el plazo correspondiente, pero el 80% de ese monto fue pagado con bonos del Estado.
Esta operación generó cuestionamientos incluso por parte de exministros del régimen como Elsa María Viteri⇒ y Fausto Ortiz⇒, este último indicó que la duda que queda tras dicha operación es si fue legal o no, pues con el pago en bonos de la deuda interna, las pensiones de los jubilados del IESS se estarían pagando como gasto permanente con deuda y la Constitución es muy clara en que no se puede pagar un gasto permanente con un ingreso no permanente. El mecanismo fue defendido por los funcionarios del régimen con el argumento de que “no violaba la ley⇒”
La compra directa de bonos del Estado por parte del IESS/BIESS⇒ por fuera del Mercado de Valores, cuando el Estado necesitaba liquidez. El problema de estas operaciones, en palabras de Ramiro Crespo, analista financiero es “a qué precio se hace esa transacción y con qué rendimiento, porque si el precio es muy bajo se perjudica al IESS y si es muy alto, al Estado. Dado que solamente hay un comprador, el precio es político, no lo regula el mercado.
La política de dación de bonos en pago de las deudas del Estado al IESS, aunada a la compra “oportuna” del IESS/BIESS de bonos al Estado cuando este necesitaba de liquidez generó duras críticas por su impacto sobre el patrimonio de la institución. En 2010 la entonces Asambleísta por Loja Nívea Vélez respondía a La Hora parodiando al entonces Director del IESS Ramiro Gonzalez:
-¿Va a quebrar el IESS?
-Yo creo que sí, Ramiro González tiene razón. Va a quebrar, pero no por el incremento a las pensiones, sino por la permanente compra de bonos. El miércoles anterior el Presidente de la República necesitaba recursos para pagar los intereses de una deuda que tiene con un organismo multilateral, no logro saber todavía con quién, primero recogió los recursos de todos los ministerios y segundo, como le faltaron 180 millones de dólares, obligó a que se le compren bonos. El Banco del IESS vuelve a incurrir en la misma falta. Y antes se compraron 50 millones, al margen de la Bolsa de Valores.
Dar la forma de Fideicomiso a proyectos de obras del Estado para contar con el financiamiento del IESS. Para aquellos proyectos con bajo rendimiento para los que no han conseguido otros inversionistas se constituye un fideicomiso y se firma convenio con el IESS. Uno de esos fideicomisos es el del campo petrolero de Pañacocha 30 mismo que fue denunciado por la Asambleísta por Loja Nívea Vélez porque se pasó de una oferta inicial de un rendimiento de 10% por parte de PetroEcuador a concretarse en un rendimiento del 5%⇒.
Pañacocha no fue el único Fideicomiso con el Estado. Durante la gestión de Ramiro Gonzalez frente al IESS, Efraín Vieira en el BIESS y Gustavo Abdo como Gerente de Negocios Fiduciarios se constituyeron fideicomisos para Toachi Pilatón, CELEC I, CELEC II, Petgas y Geopetsa, esto solo al 2011⇒.
Los cuestionamientos sobre el destino de las inversiones del BIESS no se limitaron a aquellas vinculadas directa o indirectamente al Estado, sino también a inversiones en fideicomisos inmobiliarios que no habrían cumplido mínimos requisitos. Se realizaron tres auditorías en 2012 cuyos resultados recién se conocieron en 2013 y sobre las que el Gerente del BIESS, Efraín Vieira, declinó pronunciarse públicamente. Fueron realizadas por la Unidad de Auditoría Interna del BIESS (UAI), la consultora privada Goldenbond y la Superintendencia de Bancos y Seguros (SBS)⇒.
La auditoría de Goldenbond que revisó 18 de 68 proyectos citaba⇒:“no existen estudios técnicos ni permisos de construcción; que el control del BIESS sobre el dinero y los bienes aportados es inadecuado; que hay irregularidades en la contratación de constructores, fiscalizadores, arquitectos, comercializadores y gerentes de obra; y que algunos de esos contratistas no han entregado las pólizas que garanticen su trabajo.”
El Gerente de Negocios Fiduciarios del BIESS, Gustavo Abdo ante los informes aseguró que sí había cumplido con la ley⇒. Al hacerse públicos estos informes sobre los fideicomisos inmobiliarios, el Contralor Carlos Pólit ordenó realizar un examen especial de los mismos desde el año 2009⇒. Otra consecuencia fue la renuncia de Guastavo Abdo, Gerente de Negocios Fiduciarios y Javier Orti, Jefe de Negocios Fiduciarios Inmobiliarios.
Hasta ahora no se ha hecho público el resultado del examen especial de la contraloría y la información sobre las inversiones del BIESS en la sección de ley de transparencia de su portal web están actualizadas hasta mayo de 2013⇒.

Postdata:
¿A quién sirve el BIESS (y la plata de los afiliados al IESS)?
Según la Constitución de Montecristi, el BIESS debe regirse por los mismos principios de eficiencia, seguridad y rentabilidad, que se regían las anteriores inversiones del IESS, pero a estos principios se añaden los principios propios de una banca de inversión: generar empleo y valor agregado en el país.
El problema es que en un país centralizado, quien determina todas las líneas de inversión e intervención es el Ejecutivo Central. Y la estrategia de inversiones del IESS obedece a este.
En su página web podemos ver que dice: “Invertimos en sectores estratégicos, esenciales para la seguridad nacional y de importancia crucial para el conjunto de la economía. Abarcamos el desarrollo de proyectos territoriales urbanos como vías de acceso; vías rurales, temas forestales, de vivienda y obras de infraestructuras primarias encaminadas al desarrollo del país y la generación de fuentes de empleo, dentro del territorio nacional".
Pero ¿cómo funciona la inversión? Mediante un fideicomiso. Básicamente, como una sociedad donde el Biess, en calidad de constituyente o adherente, aporta hasta el 60% del costo total del proyecto en capital o bienes y el proponente aporta un mínimo del 40% para la realización de un proyecto, teniendo participación de la rentabilidad del proyecto una vez ejecutado el mismo.

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