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El hermanito del vicepresidente no tuvo Navidad (3)

  • 19 de enero de 2015 |
    mh

3. Amarga Navidad
Los procesos por presunción de paternidad y de pensión alimenticia, que se llevaron contra Glas Viejó desde agosto del 2012, se resolvieron a favor del niño y la menor afectada. En el primero, ante la negativa del denunciado de someterse a la prueba de ADN, fue declarado «judicialmente padre». En la segunda causa, la jueza Martha Guerrero fijó inicialmente una mensualidad de $79,42 considerando que el agresor supuestamente tenía ingresos solo de un sueldo básico. Pero ante la apelación de los acusadores, que demostraron que Glas Viejó aportaba al IESS por un sueldo de $1.300, la pensión fue elevada a $292.
Al momento, la menor y su hijo perciben una mensualidad de $342. Sin embargo, los pagos no siempre son puntuales. Por ejemplo, hasta finales de diciembre, según documentos entregados por el banco receptor del pago de la pensión, Glas Viejó no depositó el décimo tercer sueldo que, según la ley, debería haber sido cancelado hasta el 15 de diciembre pasado. Por eso, en la Navidad no hubo con qué comprar al menos un juguete para el niño. Tampoco hubo ropa nueva. La pensión sólo alcanza para la alimentación sus estudios y los de su madre.

Mientras, Esperanza, la abuela, narra sus vivencias, el pequeño corretea por la casa. Ya dice claramente «mamá». Reconoce formas y colores. Dibuja e intenta escribir sus primeras letras. También pide juguetes. Pero en la última Navidad no hubo con qué comprar. Porque, mientras su hermano vicepresidente (Jorge Glas Espinel) aparecía en un spot de televisión por las festividades de Fin de Año diciendo: «Juntos hacemos posible esta sociedad de equidad, solidaridad y de infinito amor…», la pensión que reciben les alcanza para alimentarse con las justas. Lo que sí hay ahí, en la casa que le donaron los abogados que la ayudaron a que sentenciaran al violador, es verdadero amor. Ese, que dice Esperanza, los fortalece en la pobreza.

Postdata

Así actuaron:

Fiscal Victor León. No solicito la prisión de Jorge Glas Viejó el 28 de septiembre del 2011, cuando fue llevado la fiscalía adjunta a la Policía Judicial, como sospechoso de violar y embarazar a una alumna del centro educativo Hans Christian Andersen que dirigía en la vía a Daule.

Fiscal Diana Cueva. Mantuvo el caso estancado, nunca solicito ni versión, ni pruebas o tratamiento psicólogo a la afectada. Dejó su despacho para convertirse en jueza.

La Defensoria del Pueblo. Fue notificada por el abogado Roberto Macías Véliz, primer acusador de Glas Viejó, pero esa entidad solo acudió a una audiencia que fue fallida, y después nunca más asistió de ninguna manera a la madre de la menor afectada.

El Consejo de la Niñez. No proporcionó, según Esperanza, asistencia a su hija. Desde esa entidad, respondieron a diario El Universo en una entrevista pública, que no habían recibido instrucciones de la vicepresidencia de la República para hacer seguimiento al caso.

El Ministerio de Educación. Intervino el centro educativo  Hans Christian Andersen, suspendió a quien entonces fungía como director, Jorge Glas Viejó. Pero no sancionó a la maestra de la menor que permitía que Glas Viejó saque a la alumna en horas de clases y la lleve a un motel cercano a la escuela.

Asamblea Nacional. Fueron pocas las asambleístas que reaccionaron exigiendo justicia. Una de las más frontales fue la asambleísta María Paula Romo, quien incluso confrontó públicamente con el actual ministro del Interior, José Serrano, por el caso Glas Viejó.

««Infamia«Engañada

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