MIL HOJAS
El pasado 20 de febrero, un día después de las elecciones de primera vuelta, decenas de policías y fiscales ejecutaron la operación Península, que desarticuló una red de narcotráfico que buscaba enviar 736 kilos de cocaína a Europa. Las autoridades incursionaron en seis viviendas en Guayaquil, Samborondón, Salinas; capturaron a seis personas, tres vehículos y cerca de UD$200.000.
A diferencia del resto de operativos antinarcóticos que el Ministerio del Interior promociona fuertemente como resultado de su lucha contra el crimen organizado, este fue manejado con bajo perfil. No hubo presencia de la prensa pública o privada y sólo el diario oficialista, El Telégrafo, se atrevió a publicar una pequeña reseña informativa sobre el caso el martes 21 de febrero, a partir de la información que ese ministerio publicó en su cuenta de Twitter.
El operativo Península es de extrema importancia porque entre los involucrados y capturados por la Policía Nacional se encuentra uno de los hermanos del director general de operaciones de la Policía Nacional, general Ramiro Mantilla Andrade.
Mantilla Andrade en este momento es el responsable de la cadena de custodia de todo el material electoral. Es la autoridad y sus órdenes serán ejecutadas por todos los policías que se encuentren a cargo de proteger los kits electorales y posteriormente los resultados de las votaciones del 2 de abril.
El destino de su hermano depende ahora de una justicia secuestrada por el ejecutivo. Que un individuo bajo esta presión tenga la responsabilidad del material electoral resulta por demás preocupante. El general Mantilla no puede esconder estas investigaciones que arrancaron el 26 de noviembre del año pasado. Información a la que Mil Hojas tuvo acceso, desde el interior de la policía, informó que su hermano, Patricio Mantilla Andrade, esta siendo investigado por la fiscalía junto a otro grupo de personas.
Imagen: En la página web de novedades de la Fiscalia General del Estado se informó en el mes de noviembre del año pasado sobre la investigación contra los ahora implicados en el caso Península
Su sistema de operación fue el llamado “gancho ciego” o “RIP OFF” que contamina contenedores con mercancías lícitas en buques mercantes, mediante el cambio o clonación de candados en el puerto de Guayaquil. El sistema requería la colaboración al interior del puerto, desde allí les ofrecían líneas de ingreso seguras para colocar las sustancias ilegales.
La policía determinó claramente las funciones de cada uno de los miembros de esa banda y estableció que el líder de la organización fue el ciudadano albanés Alina Altin. Junto a él operaron ecuatorianos y colombianos. El hermano del general Mantilla está acusado de brindar seguridad al grupo. La investigación permitió conocer que tenían previsto enviar 640 kilos de cocaína en un contenedor de banano de la Cooperativa de Producción Bananera El Pajonal. El destino era la empresa Days Fruit Vegetables B.V., en el puerto Antwerp en Bélgica.
La droga fue localizada en el buque Minerva de la naviera HapangLloyd, debía zarpar el 16 de febrero a las 5 de la mañana. La cocaína había sido acomodada en 54 cajas de banano y en los paquetes se hallaron los logotipos USA, DUCE, 1BE y H.