Casi de forma simultánea a que el fiscal especial de los EEUU., Robert Mueller, dispusiera investigar la reunión realizada en mayo de 2017 en Quito entre Paul Manafort, ex jefe de campaña de Donald Trump —investigado en la trama rusa— y el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, cita en la que se habría abordado la situación de Julian Assange, el Secretario de Estado de EEUU., Mike Pompeo, mantenía en Washington un encuentro con el canciller ecuatoriano, José Valencia. Días después, 11 de diciembre del 2018, varios senadores y congresistas del Partido Demócrata, exigían que Pompeo informe si en la reunión se trató el futuro del editor de Wikileaks, asilado desde 2012 en la Embajada de Ecuador en Londres.
Una carta remitida por los Demócratas plantea a Mike Pompeo seis preguntas relacionadas con las presuntas visitas de Paul Manafort a Julian Assange en la Embajada ecuatoriana. Los congresistas se preguntan: ¿pidió al Ministro de Relaciones Exteriores, José Valencia, que confirmara si Paul Manafort visitó a Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres?
El fiscal especial de Estados Unidos, Robert Mueller, investiga la trama rusa en las elecciones.
Los líderes demócratas también exigen conocer si el registro completo de las visitas de Assange en la Embajada “esté disponible para todas las investigaciones en curso en Estados Unidos” y si se pidió al Ministro de Relaciones Exteriores ecuatoriano que proporcionara las imágenes de las cámaras de seguridad de esas visitas.
Varios congresistas de Estados Unidos presentaron sus inquietudes al secretario de Estado Mike Pompeo.
Adicionalmente, preguntaron a Pompeo si solicitó que el canciller Valencia confirmara si Paul Manafort habló con el Presidente ecuatoriano Lenin Moreno sobre Julian Assange en Quito, Ecuador, en mayo de 2017 y que en el caso de que haya recibido una confirmación explique si pidió al Ministro de Relaciones Exteriores que le proporcionara todas las notas e información relevante de la reunión de Paul Manafort con el Presidente ecuatoriano Lenin Moreno. Por último, consultaron a Pompeo si preguntó a Valencia sobre el “estado de las discusiones del Gobierno ecuatoriano con el Gobierno británico sobre el estado de Julian Assange”.
Los demócratas, en su carta, indican que el “Congreso y el pueblo estadounidense merecen respuestas sobre la interferencia extranjera en las elecciones de los Estados Unidos de 2016” y expresaron la “urgencia de resolver rápidamente los desafíos planteados por la presencia de Julian Assange en la embajada ecuatoriana e instaron a Pompeo a mantenerse en contacto cercano” con el canciller ecuatoriano.
Los encuentros de Manafort en Quito
En septiembre de 2018 ingresó a la Fiscalía de Ecuador una petición de asistencia penal internacional para que se recepte la versión de Paul Manafort, sobre la reunión realizada en mayo de 2017, en Quito con el presidente Lenín Moreno. El interés era conocer si en esa cita además de tratar inversiones chinas se abordó una posible salida de Julian Assange de la Embajada. La Fiscalía ecuatoriana guardó silencio; no así el fiscal Mueller, quien dispuso investigar el misterioso encuentro como parte del proceso que lleva adelante sobre la injerencia rusa en las presidenciales estadounidenses de 2016.
Paúl Manafort y Jason Maloni, dos ex integrantes de la campaña de Trump en el ojo del huracán.
Para esa fecha ya se tenía indicios de que Moreno y Manafort no descuidaron tratar en la cita de mayo, la suerte del líder de Wikileaks, información confirmada ahora por el portavoz de Manafort, Jason Maloni y el New York Times. La verdad es que Manafort, no solo participó en una reunión sino en dos. En la primera con inversionistas chinos, lobistas y altos asesores del gobierno de Moreno; y, en una segunda con el actual consejero presidencial Santiago Cuesta (contacto de Manafort) y el ex secretario particular de Lenín Moreno, Eduardo Mangas, cónyuge de la actual presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa.
En el entorno del presidente Moreno estuvo Eduardo Mangas, pareja de María Fernanda Espinosa.
A través del Secretario de Comunicación Andrés Michelena, solicitamos una entrevista con Santiago Cuesta, la cual fue confirmada para el martes 11 de diciembre y suspendida horas antes. Previamente enviamos las preguntas y hasta el cierre de esta edición no hemos recibido respuesta.
Las preguntas que no respondió Santiago Cuesta:
1) ¿Usted fue el contacto con Paul Manafort para la reunión con el presidente Lenín Moreno. En qué fecha se realizó la reunión o cuántas reuniones se realizaron?
2) ¿Cuántas veces se ha reunido usted con Manafort antes de las citas con el presidente Moreno y en dónde se realizaron esas reuniones?
3) ¿Cuándo y quién le presentó a Paul Manafort?
4) ¿En la cita o citas con el Presidente se trató la situación de Julian Assange?
5) ¿En la reunión o reuniones con Manafort participaron María Fernanda Espinosa y Eduardo Mangas?
6) ¿Conoce usted de reuniones realizadas por funcionarios de Ecuador con diplomáticos británicos y con el embajador de Rusia en Ecuador sobre la situación de Assange?
7) ¿Cuál es su criterio respecto a la investigación dispuesta por el fiscal Robert Mueller a cerca de la reunión entre Lenin Moreno y Paul Manafort?
En la Embajada en Londres, las cámaras de seguridad toman las reuniones de Julián Assange.
Assange metió a Ecuador en la trama rusa
La Embajada de Ecuador en Londres es el lugar donde permanece asilado, desde hace seis años, el fundador de Wikileaks, Julian Paul Hawkins (Assange), hoy en la mira de la justicia norteamericana, por difundir los correos demócratas que perjudicaron a la entonces candidata presidencial, Hillary Clinton. Reportajes publicados por La Fuente, revelaron que Julian Assange convirtió la Embajada en su centro de operaciones: allí instaló su equipo de trabajo (WikiLeaks), implementó su propia red de comunicación, incluso satelital (lo que le permitió “interceptar” y “recolectar” información de la Embajada) y recibió numerosas visitas de controvertidos personajes (hackers, ciudadanos rusos cercanos al Kremlin, a Donald Trump, a lobistas y políticos como Adam Waldman, Nigel Farage y otros).
El millonario contacto ruso
Adam Waldman se reunió varias veces con Assange. Waldman es lobista del multimillonario ruso, Oleg Deripaska, a quién Estados Unidos sancionó económica y financieramente, en abril de este año, por interferir en las elecciones de 2016.
Deripaska, que forma parte del círculo de confianza de empresarios cercanos al presidente ruso Vladimir Putin, está siendo investigado por el fiscal especial Robert Mueller, pues jugó “un papel clave” en las actividades que influyeron en las pasadas elecciones.
¿Cómo lo hizo? La respuesta podría estar en su conexión con Paúl Manafort, ex jefe de campaña de Donald Trump. Según revelaciones de la inteligencia norteamericana, Manafort habría estado dispuesto a compartir información confidencial con Deripaska, sobre las elecciones de 2016, antes de que Trump aceptara ser el candidato oficial del Partido Republicano.
¿Ecuador es parte de la “trama rusa”? ese es uno de los objetivos a probar en las investigaciones de Mueller. Lo que falta por esclarecer es el papel que jugó el país en la divulgación de los correos: ¿Assange recibió la información pirateada en la Embajada?, ¿la filtró desde allí o lo aprobó?
Más allá de los hackeos y las conexiones entre las cúpulas del poder de Rusia, Estados Unidos y WikiLeaks, por estos días, Mueller ha puesto su interés en la visita que hiciera Paul Manafort al presidente electo Lenín Moreno, en mayo de 2017.
En días pasados, información de medios internacionales indicaba que Mueller estaba “específicamente interesado” en saber si en la reunión que mantuvieron Moreno y Manafort en 2017, hablaron sobre Julian Assange y WikiLeaks. Ahora se conoce que las conversaciones no se limitaron a negocios, también hablaron sobre el destino de Assange. Jason Maloni, portavoz de Manafort, dijo que fue Moreno quien abordó el tema de Assange y manifestó “su deseo de sacar a Julian Assange de la embajada de Ecuador”, según la nota publicada por The New York Times. “Cuando el señor Manafort se reunió con el presidente Moreno de Ecuador para discutir el Fondo de Desarrollo de China, el presidente mencionó al señor Manafort su intención de retirar a Julian Assange de la embajada de Ecuador», dijo Maloni.
Paul Manafort visitó a Moreno en calidad de lobista y representante de intereses chinos. Las corporaciones chinas estaban interesadas en “comprar las empresas ecuatorianas, CELEC, CNT, Banco del Pacífico y aseguradora Sucre. La inversión total era por 30.000 millones de dólares”, según Santiago Cuesta, amigo del zar petrolero Enrique Cadena, consejero presidencial de Lenín Moreno y responsable del encuentro. Hasta aquí está claro que el contacto entre Manafort y Moreno fue Cuesta, pero, ¿quién presentó a Manafort con Cuesta? Este medio conoció que la amistad entre Manafort y Cuesta se originó cinco años atrás en España.
Manafort aprovechó su cercanía con Trump (fue su jefe de campaña hasta agosto de 2016) para convertirse en “agente de influencia internacional” y continuar con su lucrativo oficio de lobista y empresario. Quienes lo conocen dicen que tenía gustos caros que financiaba con cabildeos internacionales. Presionado por saldar las deudas y pagar las cuentas legales viajó a Ecuador para ver si podía negociar un acuerdo mediante el cual China invirtiera en el sistema de energía de Ecuador, posiblemente generando una gran comisión para él, señala The New York Times.
En sus viajes internacionales “se presentó como un enlace con la nueva administración de Trump y, en algunos casos, como un agente para organizar inversiones de un fondo asociado con el Estado, propiedad del China Development Bank”, el principal prestamista de Ecuador a cambio de la entrega de petróleo, el cual es desviado a la reventa por brokers privados, entre otros Gunvor, la multinacional vinculada a Putin. Esta operación de intermediación es investigada por la justicia de Ecuador, bajo sospecha de un multimillonario negociado.
El medio norteamericano señala que, en al menos dos reuniones, Manafort, Moreno y sus asesores, “discutieron su deseo de deshacerse de Assange”, Manafort sugirió que podría ayudar a negociar un acuerdo para la entrega del hacker a Estados Unidos a cambio de “concesiones como alivio de la deuda”. “Le dijo al equipo de Moreno que podía organizar una importante infusión de efectivo del fondo chino en la empresa eléctrica ecuatoriana, y podría aliviar cualquier preocupación potencial de la administración de Trump sobre dicha inversión”, indica el medio.
A finales del año pasado Mueller acusó a Manafort de una serie de actividades de cabildeo, lavado de dinero y violaciones de impuestos en relación con su trabajo de consultoría para los intereses alineados con Rusia en Ucrania antes de las elecciones de 2016. A inicios de este año, se declaró culpable de dos cargos de conspiración y manipulación de testigos y de mentir reiteradamente al fiscal, además de admitir públicamente que cometió crímenes financieros. Un jurado de Virginia lo halló culpable de ocho cargos de fraude fiscal relacionados con ingresos que provenían de Ucrania. Manafort fue consultor por casi 10 años del expresidente ucraniano Viktor Yanukovych.
En una entrevista con CNN, el presidente Lenín Moreno se refirió a la visita de Manafort, aseguró que solo se reunieron una vez, “yo me reuní con Manafort, yo había ganado las elecciones y el señor Manafort fue con unos inversionistas chinos a pedirnos la posibilidad de que nosotros concesionemos la energía eléctrica del país. Manafort para ese momento había sido asesor del presidente Trump en las elecciones (del 2016), y no tenía ningún proceso, eso sí bien claro, no tenía absolutamente ningún proceso. Él iba como inversionista porque parece que es un hombre adinerado o que tiene contacto con inversionistas”, y aseguró haberse reunido sólo una vez con Manafort durante “unos 20 minutos, fue a la oficina de campaña donde yo estaba atendiendo y había ganado las elecciones (del 2017) y fueron estos inversionistas chinos llevados por el señor Manafort”, explicó Moreno y dijo esfáticamente que «es una mentira» el que se haya conversado sobre Assange.
Las conexiones entre Manafort con personas vinculadas a Rusia y Wikileaks se remontan a mucho antes del encuentro con Lenín Moreno. El 9 de junio de 2016, el hijo mayor de Donald Trump, Donald Trump Jr, Jared Kushner, su yerno y Paul Manafort, entonces jefe de campaña, se reunieron con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya, relacionada con el Kremlin, según las agencias de inteligencia de Estados Unidos. La abogada les prometió facilitar información en contra de Hillary Clinton. Es posible que en sus encuentros, Adam Waldman y Julian Assange, hayan hablado sobre los vínculos del hacker con Rusia y las intenciones que tenía el líder de WikiLeaks de negociar con Estados Unidos un acuerdo de inmunidad temporal.
De las posibles visitas de Manafort al australiano en la Embajada en Londres, la de 2016 podría ser clave para futuras explicaciones, señala el diario británico de The Guardian, pues en ese período Manafort se convirtió en uno de los rostros más cercanos a Trump en su carrera por la Casa Blanca. Manafort y WikiLeaks han negado estos encuentros y Lenín Moreno ha indicado que no tiene conocimiento sobre esas reuniones, “nosotros descubrimos que el señor Assange tenía gente dentro de la Embajada que pertenecía al gobierno anterior (Correa) y que seguramente le estaban ayudando en sus cosas… El señor Assange tuvo, tiene y podrá tener derecho a recibir visitas. Nosotros no lo podemos privar de ese derecho”, dijo Moreno a CNN.
Aunque la lupa del fiscal Mueller y los ojos de la prensa internacional pongan atención en ilustres visitantes como posibles enlaces entre las agencias rusas y Assange, fuentes de la Embajada ecuatoriana en Londres no dejan de mirar a personas cercanas al círculo del hacker, principalmente al ex cónsul Fidel Narvaez, quien facilitó el asilo a Assange, el salvoconducto a Edward Snowden y el último intento de escape a Moscú.
El ex cónsul del Ecuador intentó presentar a Julián Assange como diplomático ecuatoriano en el Reino Unido.
El fallido escape de Assange a Rusia
Casi como regalo navideño, el 12 de diciembre de 2017, siete meses después del controvertido encuentro entre Lenín Moreno y Paúl Manafort, el gobierno ecuatoriano otorgó la nacionalidad a Assange y rápidamente, tres días después (15 de diciembre), lo nombró como consejero de la Embajada de Ecuador en Londres, para luego de cuatro días (19 de diciembre) otorgarle el nombramiento de consejero en la Embajada de Moscú, Rusia.
Previo a estos rápidos movimientos, el 4 de diciembre de 2017, Assange, junto con su abogado Baltazar Garzón, ya había expresado al país, su “decisión de dar por terminado el asilo político”, confiado en que siete días después recibiría la carta de naturalización. Este documento de pitonisa revela que la operación de escape diplomático, había sido concertada, el texto es clarividente: “al haberme concedido el estatus de agente diplomático “in itinere”, hasta llegar a la misión diplomática de mi destino, posteriormente durante todo el tiempo que esté en la misión del país receptor, y hasta mi viaje de vuelta a Ecuador”.
El Ecuador naturalizó a Julián Assange, carta que no ha sido revocada hasta el momento.
Es decir, Assange sabía 11 días antes que le nombrarían agente diplomático. Resulta bastante claro que el plan de salida de Assange de su cautiverio en Londres, no podía ser ajeno a una estrategia internacional previamente acordada entre los distintos actores interesados. Después se sabría que el fracaso de la intentona se debió a otros factores.
Una luz para Assange estaría por llegar en mayo de 2017 con el fallo absolutorio de la justicia sueca. Casi de forma simultanea se realizó en Quito el referido encuentro entre Moreno, Manafort y los inversionistas chinos, y una segunda reunión con la presencia de Paul Manafort, Eduardo Mangas y Santiago Cuesta, en la que el futuro del huésped sin duda estuvo en la agenda.
Eduardo Mangas, de origen nicaraguense, a esa fecha era la persona de mayor confianza y poder en el círculo de Moreno. Luego fue secretario particular y delegado presidencial en las empresas públicas. Antes, entre 2014 y 2015, lo había acompañado en Ginebra como delegado de la Cancillería para el manejo de varios temas, entre otros el asilo de Assange. Informes de la embajada en Londres dan cuenta de que Mangas visitó al hacker al menos tres veces.
Lo acordado en las reuniones de mayo de 2017 en Quito permitió diseñar la estrategia a ejecutarse en los siguientes siete meses. Para esa fecha, la armonía política aún cobijaba a Rafael Correa y Lenín Moreno, los desencuentros empezarían a expresarse semanas después.
La denuncia por un presunto abuso sexual cometido por Assange en Suecia.
La noticia esperada llegó el 19 de mayo de 2017, cuando la justicia de Suecia dejó en libertad a Julian Assange, acusado de abuso sexual según denuncia formulada en 2010 por una joven sueca que acusaba al hacker, de haber mantenido una relación sexual mientras ella dormía y de hacerlo sin preservativo a pesar de que ella había rechazado varias veces cualquier relación sin protección.
Inmediatamente de conocido el fallo, el 23 de mayo de 2017, Ecuador envió una comunicación a la Cancillería Británica en la que pedía extender un salvoconducto para sacar a Assange de la embajada y traerlo a Ecuador. El gobierno de Reino Unido negó el pedido.
El 24 de mayo de 2017, Lenín Moreno posesionó a María Fernanda Espinosa como ministra de Relaciones Exteriores y desde entonces redobló esfuerzos para insistir en la salida de Assange. Apenas a un mes de su gestión (junio 2017) Espinosa había impulsado dos importantes reuniones, solicitadas por el propio presidente Moreno. “Hemos tenido ya una serie de diálogos, de intercambios, e incluso una reunión de trabajo con la Embajadora del Reino Unido aquí en Ecuador, contactos incluso en Cancún con representantes del gobierno del Reino Unido (…) y la voluntad y la decisión es llegar a una solución de que simplemente beneficie y garantice los derechos de la persona asilada”, indicó.
Los ex cancilleres Ricardo Patiño y María Fernanda Espinosa tuvieron una cercana relación con Julián Assange.
En esa misma dirección se sabe de la realización de reuniones con diplomáticos rusos, algo nada descartado considerando que sin un acuerdo con Rusia no se justificaba adelantar el nombramiento de Assange como agregado diplomático en Moscú, otorgado el 19 de diciembre de 2017. Los detalles del acuerdo con Rusia para enviar al fundador de WikiLeaks a ese país, fueron manejados con demasiada cautela, incluso la información fue declarada reservada. Sin embargo, la salida de Assange de la embajada utilizando la vía diplomática era una estrategia manejada desde el 2012 por la Senain. Este medio pudo revisar documentos que permite descurbir cómo se tejió la operación.
Ecuador nombró a Assange diplomático con misión en Londres.
Para mediados de agosto de 2017 los abogados de Assange en Londres preparaban los documentos requeridos para obtener la nacionalidad ecuatoriana. El 5 de septiembre Assange ingresó una declaración jurada sobre su identidad y el día 9 del mismo mes presentó la petición de naturalización. Al finalizar noviembre, la cancillería concovó a Assange a la entrevista de rigor previo a obtener la nacionalidad. El mismo día de la entrevista (4 de diciembre) Assange se despojaba de su condición de asilado con la certeza de que el 12 de diciembre sería ciudadano ecuatoriano, como en efecto ocurrió.
Rafael Correa y el ex cónsul Fidel Narváez, una relación cercana.
A partir de entonces se empezó a ejecutar la segunda parte del plan: el escape diplomático a Rusia. En este escenario vuelve a jugar un rol importante el cónsul Fidel Narvaez, amigo personal de Assange y quien sirvió de contacto con Wikileaks desde el 2011 para la obtención del asilo, como lo reveló una investigación de La Fuente. Narvaez ya había demostrado su fidelidad con Assange y los buenos contactos con los rusos, cuando el 22 de junio de 2013, arrogándose funciones, emitió el salvoconducto a Edward Snowden para que pudiese trasladarse de Hong Kong a Rusia, donde actualmente recibe asilo político.
Assange también fue nombrado consejero de la Embajada en Rusia.
Ante la ausencia por motivos navideños, del embajador en Londres, Carlos Abad, asumió varias responsabilidades en la embajada el cónsul Fidel Narvaez. Y es justamente él quien, el 20 de diciembre de 2017, pone en conocimiento de la cancillería británica los nombramientos de Julian Assange como consejero diplomático en Londres y Rusia. Al día siguiente, llegaría la negativa del gobierno de Reino Unido, poniendo fin al plan.
Para acompañar el operativo de salida de Assange, el 15 de diciembre se movilizó a Londres, el entonces jefe de la Secretaría de Inteligencia – Senaín, Rommy Vallejo, quien estuvo en la embajada hasta el día de la negativa británica (22 de diciembre). Un mes antes, Vallejo, realizó una visita inesperada de varios días a Moscú.
Julian Paul Assange, nació en australia el 3 de julio de 1971, un día antes de la fecha de independencia de los Estados Unidos de Norte América, país que lo acusa de conspiración internacional. Su padre es John Shipton y su madre Christine Hawkins. El apellido Assange lo asumió de su padrastro y desde ahí lo usa en su vida periodística, aunque nunca estudió y peor se graduó de periodista. Sus aficiones académicas fueron las matemáticas y la física en la universidad de Melbourne. Desde el 12 de junio de 2012 es huésped de la embajada de Ecuador en Londres y el 12 de diciembre de 2017 recibió la nacionalidad ecuatoriana, ahora, espera un descenlace que con seguridad solo le significará cambiar el sitio de cautiverio.
La cronología de Assange
Con la información relacionada con la naturalización de Assange, estos portales establecieron una línea de tiempo que detalla los intentos de Ecuador por sacar a Julian Assange de la Embajada ecuatoriana en Londres, quien, luego de su renuncia voluntaria al asilo el 4 de diciembre de 2017, permanece en la sede diplomática como ecuatoriano protegido en su propia embajada:
Assange renunció al asilo en la Embajada ecuatoriana, pero el Gobierno no le aceptó el escrito.
• 23 de agosto de 2012, la Cancillería británica señaló que no existía base legal para aceptar el salvoconducto para Assange solicitado por Ecuador.
• Noviembre de 2012, Gran Bretaña indicó que no reconocía el asilo diplomático y Assange debía responder a la justicia británica. En un oficio del 17 de septiembre de 2018, enviado a la asambleísta Paola Vintimilla, el actual ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, José Valencia, indicó que desde 2012, las autoridades ecuatorianas “han efectuado múltiples representaciones antes las autoridades británicas y han solicitado en dos oportunidades la entrega de salvoconductos” para que Assange pueda salir de la Embajada y la posición de Reino Unido no ha cambiado: se ha negado a otorgar el salvoconducto.
• Mayo de 2017 se reúnen en Quito el presidente electo Lenín Moreno con el entonces asesor de Donald Trump, Paul Manafort y abordan una posible salida de Assange. La cita fue planificada por el actual consejero de Moreno, Santiago Cuesta.
• 19 de mayo de 2017, la justicia sueca declara inocente a Assange de los cargos de abuso sexual.
• 23 de mayo de 2017, el gobierno de Ecuador solicita a su similar de Reino Unido, emita el salvoconducto para trasladar a Assange a Ecuador. Petición rechazada.
• Junio de 2017, la Canciller María Fernanda Espinosa, realizó reuniones de alto nivel con diplomáticos británicos en Cancún y Quito en busca de la salida del hacker.
• 5 de septiembre de 2017, Assange presenta al Consulado de Londres una declaración jurada justificando la diferencia de sus nombres: en la partida de nacimiento consta como Julian Paul Hawkins y en el pasaporte Julian Paul Assange.
• 16 de septiembre de 2017, Julian Assange presentó la solicitud de nacionalidad de ecuatoriana mediante carta de naturalización.
• 4 de diciembre de 2017, Assange, junto a su abogado Baltazar Garzón, informó sobre su decisión de dar por terminado el asilo político.
• 12 de diciembre de 2017, el viceministro de Movilidad Humana, José Luis Jácome le otorgó la carta de naturalización.
• 15 de diciembre de 2017, el entonces ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, subrogante, Byron Suárez, nombró a Assange Consejero en la Embajada de Ecuador en Londres.
• 19 de diciembre de 2017, el mismo ministro lo nombró como Consejero de la Embajada de Ecuador en Moscú, Rusia.
• 20 de diciembre 2017, el Cónsul en Londres Fidel Narvaez, notificó al Gobierno Británico que Julian Assange era Consejero político de la referida Misión Diplomática.
• 21 de diciembre de 2017, la Cancillería británica respondió que “no considera al señor Assange como un miembro aceptable de la Misión (diplomática ecuatoriana) y, como resultado, la Dirección de Protocolo no tiene otra alternativa que rehusarse a reconocer al señor Assange como tal”.
• 22 de diciembre de 2017, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana respondió indicando que “deplora” la decisión de Reino Unido de no aceptar a Assange como miembro de la Misión Diplomática ecuatoriana y que “no existe justificación que impida su acreditación como tal”.
• 27 de diciembre de 2017, María Fernanda Espinosa declaró nulo el Acuerdo Ministerial 000146 que designó a Julian Assange como diplomático ecuatoriano en Londres.
• 28 de diciembre de 2017, la Embajada del Reino Unido indica que su posición “sigue siendo igual”.
• 29 de diciembre de 2017, el ministro de Relaciones Exteriores, subrogante, Byron Suárez, declaró nulo el Acuerdo Ministerial 000147, que nombró a Assange como diplomático en Rusia. Ese mismo día se lo hicieron saber a Assange.
• Inicios de 2018, Espinosa confirmó la naturalización de Assange y lamentó que se haya filtrado esa información porque era un caso que debía “manejarse con absoluta discreción”.
• Junio de 2018, Espinosa solicitó licencia para hacer campaña para el cargo en la ONU. Espinosa fue elegida como presidenta de la Asamblea General de la ONU el 5 de junio de 2018. Jennifer Robinson, abogada de Assange, dijo que esperaba que Espinosa eleve el caso de su cliente al órgano de deliberación multilateral.
• 1 de agosto de 2018, Reino Unido volvió a ratificarse señalando que la posición de esa nación es la de “no reconocer su condición de asilado. Para las autoridades gubernamentales y judiciales británicas, el sr. Assange debe responder por una violación al régimen de presentación a un juzgado británico”.
Desenlace
El destino de Assange aún es incierto, lo que sí queda claro es el deseo de Lenín Moreno de que el hacker abandone la Embajada ecuatoriana “en primer lugar porque representa un ingente gasto a Ecuador (USD 6 millones entre 2012 y 2017). En segundo lugar, por el derecho del señor Assange, más de cinco años en calidad de asilado no es algo deseable para un ser humano. Y en tercer lugar porque de acuerdo al gobierno británico ellos jamás extraditarían a una persona a un país donde corra peligro su vida”. La salida de Julian Assange de la Embajada en Londres, es una decisión de corto plazo, pero eso no significa que la justicia de los Estados Unidos dejará de investigar la trama rusa en la que nos introdujo el líder de Wikileaks desde la estrecha sede diplomática del Ecuador en Londres.
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