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CORONAVIRUS: JUEGUEN SEÑORES, «DE ESTO NADIE SE VA A MORIR»

  • 16 de mayo de 2020 |
    mh

El 1 de marzo de 2020, en el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), en Samborondón, el gobernador del Guayas, Pedro Pablo Duart dijo que el virus era una “gripe severa” y nadie iba a morir por eso, Ocles y Zambrano estuvieron de acuerdo en que las ciudades no debían parar sus actividades (eso incluía los multitudinarios partidos de fútbol), Zambrano, además, estaba “alarmada” por el uso de mascarillas y Andramuño aseguró que el sistema de salud estaba preparado para enfrentar la emergencia. Al final, el partido de fútbol se jugó con público. A esta decisión poco acertada, se sumaron otras que agravaron la emergencia. El virus avanzó rápidamente y el sistema de salud colapsó. Murieron más de 10 mil personas solo en Guayaquil

La estrategia de mentirse como vía de escape a las grandes tragedias es una espiral que conoce el país desde su origen. El Ecuador se mintió con la supuesta reivindicación de Tumbes Marañón o la guerra. Lo hizo con la herida abierta en la derrota de 1941. Dejó en el olvido la masacre de mayo de 1959. Fue impune a la crisis económica del año 2000.

Hoy en pleno desarrollo de la pandemia del Sars Cov 19 las autoridades quieren borrar su responsabilidad asegurando que se trata de un azote mundial. Lo único cierto es que el gobierno vivía fuera de la realidad. Solo así puede definirse su acción y de ello existen pruebas contundentes.

Una de ellas es la reunión del pasado 1 de marzo del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) que se realizó en Samborondón y que marcó el destino de Guayaquil y el país para siempre.

Periodismo de Investigación tuvo acceso a un audio de 37 minutos de esa cita que evidencia cómo las autoridades María Paula Romo, ministra de Gobierno; Pedro Pablo Duart, gobernador del Guayas; Alexandra Ocles, secretaria de riesgos; Catalina Andramuño, ministra de salud y varios funcionarios más creían haber controlado la crisis sanitaria en Guayaquil.

Frases como “de esto nadie se va morir”“estamos en un escenario en que no circula el virus”“deben ser jóvenes sanos quienes vayan al partido de fútbol”“no podemos llegar a un estado en que sitiemos la ciudad”“estamos cumpliendo con protocolos de prevención”, o “debemos confiar en nuestro sistema de salud”, son cruelmente ciertas y las presentamos para que nunca se olvide quiénes son los responsables de los miles de muertos de Guayaquil.

Perdidos en la pandemia con pocas voces que decían peligro, el 1 de marzo abrieron el camino a la mayor desgracia de la historia nacional.

La voz cantante la tuvo el gobernador del Guayas, Pedro Pablo Duart que impuso su criterio con ayuda de funcionarios como Alexandra Ocles y la gobernadora subrogante de Los Ríos, María Fernanda Zambrano.

Textualmente dijo:  “Yo creo que sí debemos de contemplar el escenario de qué va pasar y minimizar el hecho; sí de preocuparnos, pero si minimizarlo: no es que no salgan de las casas, no eventos públicos, no vacacionales, sino mas bien continuemos con las debidas precauciones, este es un tipo de gripe, severa, no soy especialista, no soy doctor, pero lo entiendo así. Hay muchas quejas ciudadanas incluso cuando entre al aeropuerto: yo acabo de regresar de Estados Unidos y no había un solo cartel de corona virus y nadie se alarmó”, dijo.

La intención de Duart era proponer un plan de comunicación basado en mantener la calma, pero cuando alguien intentó interpelarlo lo mandó a callar y dijo: “¡de esto nadie se va morir!”.  Y agregó: “Los que se mueren son las que o tienen diabetes, hipertensión, o tienen VIH, o tienen alguna enfermedad catastrófica severa, o que tengan 70 y pico de años”.

Luego hizo referencia al partido de fútbol que provocó masivamente la transmisión del virus en el puerto: “Yo sÍ creo que debemos de manejar una buena comunicación, incluir a la Secom y ver qué va pasar después. Tenemos un partido de fútbol, de Barcelona, Copa Libertadores creo…el día viernes, cancelar ese evento es un caos para la ciudad. Tenemos vacacionales de niños en toda la provincia del Guayas, cancelarlos sería una alarma innecesaria”, dijo.

Escarmiento social: «cojan un par de presos«

El gobernador intentó fundamentar su pedido con las supuestas acciones que emprendió para evitar el desabastecimiento de insumos como mascarillas y señaló que debían existir detenidos como escarmiento social:

“Estamos realizando, como ya lo dijo Guillermo, controles minuciosos, ayer 450 policías estaban controlando los establecimientos de ventas y distribuidores de farmacias, acompañados de comisarios que vinieron de otros cantones. Eso lo vamos a mantener, a seguir, yo he pedido que cojan un par de presos para que la gente demos el mensaje y se baje…”(sic).

Otro participante, luego de la intervención del gobernador Duart ejemplificó la capacidad de atención médica en la provincia, dijo que al momento el hospital de El Guasmo contaba con 26 espacios  y cuatro para aislamiento y que el personal contaba con todas las medidas de bioseguridad, a más de contar con siete ambulancias operativas.

Por la naturaleza del audio es difícil identificar a todos los participantes pero uno de ellos llamó la atención por estar tan perdido de la realidad (escuche los audios completos). En este momento estamos en un escenario en que no circula el virus, dijo.

Aseguró además que el virus llegó por una paciente del exterior y parece que olvidó las palabras del gobernador Duart cuando aseguró que al llegar al Ecuador desde los Estados Unidos, no existía ningún tipo de control en el aeropuerto de Guayaquil. Entonces añadió:  “El objetivo es la contención, evitar la propagación del virus, por eso el seguimiento de los casos”.

Luego, como si su plan estuviese controlado, comentó: “entonces viene un segundo escenario donde ya detectaríamos un caso autóctono , si se confirma un caso que no viene de fuera. Ese sería un marcador para decir probablemente el virus ya está circulando acá”.

En lo único que ese funcionario acertó fue al asegurar que “en caso de circulación sostenida del virus los sistemas de control no tienen sentido”.

En un momento de la reunión se preguntaron si es correcto evitar la presencia de hinchas en el partido de fútbol de Barcelona contra Independiente del valle, incluso bromearon a un comentario de que en un partido se saludan y se abrazan.

La respuesta fue que deberían asistir los jóvenes sanos de 18 años en adelante”, es decir justo aquellos que por su condición de asintomáticos son quienes provocaron los altos grados de transmisión.

El consenso de los presentes fue que la ciudad debe seguir

  • Todo depende de cómo avance, fue uno de los criterios, mientras hablaban sobre el período de incubación del virus.
  • “La ciudad no puede detenerse, no podemos llegar a un estado en que sitiemos la ciudad y pongamos en cuarentena, no podemos llegar, fue la respuesta.

La gobernadora subrogante de la provincia de Los Ríos, María Fernanda Zambrano, habló de la preocupación y la condición de la paciente cero. Aseguró que los protocolos de seguridad con los relacionados a esa paciente se llevaban muy bien pero “que faltaba responsabilidad de la familia”, dijo.

Fue el momento que pidió ayuda al COE por la situación de la provincia. “No tenemos ambulancias para trasladar enfermos en caso de emergencias. Y es una preocupación que buscamos su ayuda de alguna manera. Era una preocupación ver a toda le gente en Babahoyo con mascarillas, incluso el alcalde y hubo que decirle que el uso de mascarillas era exclusivo para personas con sintomatología”.

Controlar al alcalde de Babahoyo

Luego le tocó la palabra a la secretaria Alexandra Ocles, que estaba preocupada por la emisión de estados de emergencia en los municipios de la Costa. “La primera cosa es que no necesitamos armar Coe para declarar emergencia en una provincia, me comprometo hablar con el alcalde de Babahoyo para frenar ese tipo de acciones”, refiriéndose al impedimento de reuniones sociales en Babahoyo. “Lo que genera es mayor pánico en la ciudad y no necesitamos entrar en esa lógica”, sentenció.

Luego le dio un espaldarazo al gobernador Duart y prácticamente dio semáforo verde al partido de fútbol. Me parece que un trabajo fundamental en este momento cuando Pedro Pablo Duart decía que la vida de la ciudad debe seguir y efectivamente hay acciones que nos permiten dar muestras que estamos cumpliendo con protocolos de prevención, se me ocurre». Ocles en verdad creía que las acciones del gobierno eran acertadas y controlaban la situación.

Mientras Ocles hablaba se incorporó la entonces ministra de Salud Catalina Andramuño; fue presentada por la secretaria de riesgos y continuó con su presentación.

En este pensar y reflexionar si se suspenden o no eventos masivos en ciertas situaciones resulta complejo, sin embargo hay medidas que se pueden tomar que me parece que pueden considerarse para ir dando muestras de que está todo el mundo activado alrededor de los protocolos de prevención. Hoy que veníamos en vuelo de Quito a Guayaquil decíamos: ¿qué tal si TAME, que es una empresa pública, cuando te subes te ponen un poquito de gel en las manos? Esas muestras ya te van tranquilizando, entonces todo el mundo está colaborando frente a un tema común. O en las paradas de la Metrovía, o al ingresar a los restaurantes están haciendo eso, o al ingresar a esos sitios de concentración masiva puede ser una alternativa, hay que ir pensando cuáles son esas iniciativas que nos permiten ir generando tranquilidad en el ciudadano, porque ya vimos lo desaforados que estaban los ciudadanos…”.  

Agregó: “pensemos que esos elementos también que puedan ir generando esa tranquilidad y la confianza del ciudadano en su sistema de salud, es un sistema que funciona, que entiende, que está garantizando los derechos de los ciudadanos…”

La ministra Andramuño prefirió responsabilizar a la población de lo que podía pasar y se enfocó en recordarles a todos que el sistema de salud público había emprendido todos los protocolos.

Dijo que “estoy observando que la gente nos está demandando mucho como Estado y nos está demandando mucho como ministerio y realmente tenemos que hacer una campaña para que también las personas ayuden en las medidas higiénico sanitarias…”.

Para finalizar buscó generar confianza en los presentes, nada había que temer: “Nosotros como sistema estamos preparados, hemos trabajado con antelación, estamos con los protocolos activados, hemos identificado aquellos centros de salud, aquellos hospitales que nos van servir para atender los casos. Estamos abastecidos de medicamentos e insumos, nos hemos preparado. No solamente la parte pública sino también hemos integrado a la parte privada y yo si quisiera que todas las instituciones nos procuramos sobre todo por aquellas noticias, aquellos rumores que realmente es lo que más daño le está causando a la gente…”