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Autor: Periodismo de Investigación

EL BAILE DE LOS QUE SOBRAN

Alarma a nivel internacional por persecución a sindicalista bananero

La persecución en contra de Jorge Acosta Orellana, impulsor de la primera organización nacional de trabajadores bananeros, Asociación Sindical de Trabajadores Bananeros, Agrícolas y Campesinos (ASTAC), se ha agudizado al punto de querer silenciarlo mediante una demanda penal. Por ello la ONG Swedwatch instó a los compradores de banano de Europa a pronunciarse sobre el inicio de este proceso penal.  Acosta es identificado como un defensor de los derechos laborales y un luchador de los problemas de salud, seguridad e impactos ambientales de las actividades del sector bananero.

Swedwatch es una organización sueca sin fines de lucro, conocida por investigar los impactos de las violaciones de derechos humanos en los países en desarrollo. Ha realizado varios eventos con empresas suecas importadoras de banano, interesadas en conseguir que sus proveedores respeten los derechos humanos.


Las compañías Axfood, Coop, Everfresh, Greenfood, Martin & Servera y Menigo, compradoras de banano ecuatoriano le hicieron llegar al gobierno ecuatoriano, en junio de 2019, una carta de apoyo al dirigente sindical, luego de que conocieran el inicio de una demanda en su contra.

La organización Swedwatch sostiene que mediante el uso de la figura de pánico económico, incorporada al Código Integral Penal en tiempos de la revolución ciudadana (agosto 2014), se busca coartar el trabajo que intenta consolidar el primer sindicato de trabajadores bananeros del país.

En la fiscalía se procesa una denuncia en contra de Acosta por el presunto delito de “pánico económico”, debido a declaraciones suyas sobre políticas y prácticas gubernamentales y empresariales, aplicadas en el sector bananero, que afectan los derechos de los trabajadores y contravienen cláusulas sociales del acuerdo comercial con la Unión Europea.


Declaraciones de Acosta en la televisora Ecuavisa, el 24 de mayo de 2018

Como eje central Acosta apalancó el principio que el trabajo en el sector bananero no puede considerarse temporal: el trabajo en las plantaciones de banano no es temporal, ni por ciclos, sino continuo e intensivo; que se exporta las 52 semanas del año y la mayoría de trabajadores en la cosecha y empaque trabajan hasta 12 horas al día, por 4 o 5 días a la semana.

Pese a esto, el gobierno de Rafael Correa, mediante Acuerdo Ministerial #054 (2016) incluyó a los trabajadores de la ganadería y del agro en la misma fórmula de pago con la que se regula a quienes laboran en cultivos de ciclo corto (como maíz, arroz, pimientos, tomates, etcétera), denominados así porque desde la siembra hasta la cosecha sus labores no duran más de 4 meses.



Meses antes de que Correa salga del gobierno (mayo de 2017) se expidió otro Acuerdo Ministerial, el #029, donde se incluía una forma de pago para el sector bananero como si fuese una actividad temporal.
Acosta puntualizó que el Acuerdo #029 despoja a los trabajadores bananeros de su salario básico. Y agregó que lejos de arreglar estas distorsiones el Ministerio de Trabajo del actual régimen expidió otro Acuerdo, ratificando los anteriores e incorporando cláusulas que profundizan la violación de derechos de los trabajadores bananeros, al señalar que laboran solo 36 horas a la semana y 6 horas al día, lo cual no ocurre en la práctica.

A ello se suma la forma de pago por avance o destajo. Ello significa que aunque los trabajadores laboren entre 8 y 12 horas diarias, se les paga de acuerdo al número de cajas de banano o se les da un número de hectáreas para que cumplan sus tareas en un tiempo determinado. Por eso las autoridades sostienen que son labores discontinuas.

Acosta ha dicho que estos acuerdos ministeriales violan la Constitución, el Código del Trabajo, tratados y convenios internacionales de Derechos Humanos, además de incumplir con el título 9 del acuerdo comercial con la Unión Europea, que se refiere al comercio y desarrollo sostenible. En el artículo 269 del mencionado título se establece que las partes se comprometen a respetar los convenios fundamentales de la OIT, dos de ellos son: el 087 referente a la libertad sindical y el 098 relacionado con contratación colectiva.

Esas declaraciones provocaron la persecución y el inició de una investigación por generar pánico económico, figura penal creada por el correísmo.

El denunciante

Quien interpuso la denuncia por pánico económico en contra de Acosta es un jornalero de 57 años que vive en Pascuales y no trabaja en la zona bananera. En el portal de la función judicial, el denunciante Felipe Santiago Cantos Merelo, registra dos procesos legales en su contra: uno por robo y otro por tenencia ilegal de arma de fuego.

Según consta en el proceso por tenencia ilegal de arma de fuego desde la fecha en que inició la instrucción Fiscal (3 de junio de 2004), hasta la detención de Cantos transcurrieron más de los 5 años, por tanto el juicio había prescrito.

La denuncia contra Acosta fue presentada en diciembre de 2018 y se la reactivó en abril de 2019, justo cuando ASTAC presentó ante el Ministerio de Comercio Exterior (28 marzo de 2019) una queja a nombre de los trabajadores bananeros por violación de derechos laborales y ambientales en el marco del acuerdo comercial con la Unión Europea, la cual se dio a conocer en el seno de la Comisión Europea y recibió el apoyo del Consejo Consultivo Interno Europeo y de 2 terceras partes del Consejo Consultivo Interno Ecuatoriano

Persecución

En diálogo con PI Acosta precisó que fue notificado para que comparezca ante la denuncia de presunto delito de pánico económico, por la Fiscalía séptima de Fe Pública de Guayaquil, mediante una llamada al teléfono celular de su hijo y que se le envió la citación a través de WhatsApp. Cuando fue a constatar la denuncia conoció un informe policial en el que constaba que ya había sido citado previamente en su domicilio, que no era cierto, y que tras la citación por WhatsApp, el policía encargado de la notificación recomendaba su detención para comparecer al proceso.

La denuncia no fundamenta el supuesto pánico económico que Acosta habría generado. Se circunscribe a las ya mencionadas declaraciones dadas en Ecuavisa y en indagar sobre los antecedentes y estatus de ASTAC y sobre los ingresos que perciba Acosta. “Lo increíble es el uso de la categoría de pánico económico para coartar la libertad de expresión”, resaltó Acosta.

El Código Integral Penal en el artículo 307, la figura de pánico económico es sancionada con 5 a 7 años de cárcel. En 2019, el relator especial de las Naciones Unidas sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, David Kaye, recomendó al Estado ecuatoriano despenalizar este tipo de delitos porque el uso de estas normas permitió enjuiciar medios de comunicación, periodistas y ciudadanos, por difamación a funcionarios públicos, “socavando las formas en que la libre expresión sirve para responsabilizar a los funcionarios públicos”.

Los abogados del dirigente sindical pidieron la ampliación de la denuncia, luego de que Cantos no asistió a la primera convocatoria a declarar… “Queremos determinar si conoce qué es pánico económico”, dijo Acosta y  “¿cómo un jornalero tiene para pagar un abogado?”.

Cantos tampoco acudió a la segunda comparecencia y pese a ello, el 15 de noviembre pasado ya pidió que se formulen cargos. “Estamos preocupados pues si el fiscal accede sería otra señal muy grave”, dijo Acosta.

El activista considera que detrás de este denunciante hay alguien con poder económico e incluso político y que este proceso es solo una pantalla para ocultar las intenciones de amedrentarlo.

¿Quién es Jorge Acosta y por qué la insistencia en silenciarlo?

En 2018 Swedwatch conoció el trabajo de ASTAC en un taller internacional y desde entonces ha monitoreado su trabajo. Esta ONG considera que la acusación en contra de Acosta es una amenaza a la libertad de expresión y asociación y forma parte de una tendencia global que pretende silenciar a los defensores a través de demandas, conocidas como “demandas estratégicas contra la participación pública”.

Para Swedwatch, personas como Acosta “desempeñan un papel tremendamente importante en contextos en los que no se puede dar por sentado el respeto de los derechos humanos, ya que protegen los valores básicos, incluida la transparencia y la rendición de cuentas”.

Acosta y ASTAC, que nació en el 2009 cuando denunció en Estados Unidos el uso indiscriminado de plaguicidas en plantaciones bananeras y sus afectaciones en la salud y el medio ambiente, son actores reconocidos también en otros contextos.

En Europa el activista se ha reunido con otros sindicatos y ha expuesto frente a varios parlamentarios europeos la realidad a la que se enfrentan los trabajadores en las bananeras, donde calificó al título 9 del acuerdo comercial con la UE que garantiza el cumplimiento de normas laborales justas y respeto a los derechos ambientales como “un adorno que no sirve para nada”.

Luego de estas reuniones se gestó la comisión de vigilancia del acuerdo comercial para Latinoamérica.
Acosta también fue invitado por OXFAM para participar en la campaña «Make Fruit Fair!” (Hacer que la fruta sea justa), que busca que gobiernos, supermercados y empresas respeten salarios, precios y el medio ambiente en el comercio de frutas tropicales, para con ello mejorar las condiciones de vida y de trabajo de cientos de miles de personas que cultivan, recogen y empacan esas frutas.

OXFAM es una ONG alemana que trabaja con pequeños agricultores y sindicatos de trabajadores de plantaciones de África, América Latina y el Caribe.

La primera campaña Make Fruit Fair! se hizo en 2015. En la última versión de 2018 se enfocó en el abuso de las grandes cadenas de supermercados que serían uno de los principales causantes de las violaciones de derechos que se dan en los países proveedores.

El activista además ha dialogado con Inmaculada Montero, actual consejera comercial de la delegación de la Unión Europea en Ecuador.

Acosta ha criticado que el acuerdo comercial de Ecuador con ese continente no tenga reglas claras para los grandes supermercados europeos, así como ha cuestionado el anuncio que hiciera el año pasado la cadena supermercados ALDI de reducir en $1 la caja de banano, pues implicaría violación de derechos humanos y mayor precarización de los trabajadores del sector.

En este contexto se ha reunido con representantes de esa cadena de suministros, que es la más grande de Europa y uno de los mayores destinatarios del banano ecuatoriano. El activista les planteó la necesidad de que se exija el sello “Comercio Justo” a los importadores de banano, que implique el cumplimiento real de respeto a los derechos laborales.

El activismo de Acosta lo ha llevado a presidir actualmente el Consejo Consultivo Interno de Ecuador para el Acuerdo Comercial Multipartes con la Unión Europea, pese a ello sigue enfrentando desde cuestionamientos a su representatividad laboral hasta varios intentos de amedrentamiento.
Las denuncias y exhortos hechos por Acosta han tenido una amplia cobertura en medios de prensa internacional. Toda esta exposición y presencia explica en gran medida que Acosta y su organización ASTAC se hayan convertido en un blanco a callar.

La postura de la OIT

La acusación en contra de Jorge Acosta de crear “pánico económico”, pone al gobierno ecuatoriano nuevamente en la mira de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este organismo ha pedido información al régimen sobre las circunstancias en que se inscribe esta denuncia en contra del activista.
No es la primera vez que la OIT llama la atención a Ecuador por temas relativos a Acosta y ASTAC.  Ya en 2015 reclamó al gobierno de Correa por no permitir el registro de ASTAC como sindicato.  Incumplimiento que hasta ahora subsiste.

El 18 de diciembre de 2019 Jorge Acosta fue invitado a reunirse con la misión de la OIT, que visitó Ecuador por pedido del gobierno para dar asistencia técnica en la elaboración del nuevo Código Orgánico del Trabajo. La misión de la OIT no solo tomó nota de este tema y hará un seguimiento al mismo, sino que además continuará vigilando que el Gobierno ecuatoriano cumpla las recomendaciones emitidas por el organismo internacional en torno al caso #3148, vigente desde el 18 de mayo de 2015.  El caso se refiere a la querella presentada por ASTAC y la Asociación Sindical de la Compañía Frutas Selectas S.A FRUTSESA ante la negación de las autoridades de Ecuador de registrar una organización sindical de trabajadores bananeros de varias empresas del sector.

La OIT ha mantenido abierto este caso (#3148) por más de cuatro años debido a que, no solo no se ha dado paso al registro de ASTAC, sino también porque es evidente que subsisten temas relacionados con violaciones a los derechos sindicales que no han sido resueltos por el estado ecuatoriano.

Para la OIT, en este caso el gobierno ecuatoriano incumple los convenios sobre Libertad Sindical y sobre Contratación Colectiva.  En «Últimas recomendaciones formuladas por el Comité de Libertad Sindical de la OIT, en octubre de 2019, Informe 391» se reiteran los pedidos hechos en 2015 y 2017 de que se otorgue el registro a ASTAC.

En dicho documento, el Comité de Libertad Sindical recuerda que en 2017 también pidió al gobierno ecuatoriano tomar medidas para que su legislación modifique el número mínimo de trabajadores afiliados, exigido para conformar una organización sindical a nivel de empresa. El gobierno respondió que había reformas legales en curso, pero hasta el momento no se han concretado.

El régimen sigue negándose a aprobar la solicitud de ASTAC, argumentando que los 31 miembros fundadores no mantenían relación de dependencia con un solo empleador y que la solicitud de aprobación como una organización social fue denegada nuevamente en 2016 por vicios de forma y de fondo. El Gobierno agregó también que el 9 de febrero de 2017, el Ministerio de Agricultura otorgó la personalidad jurídica a ASTAC como organización agro-productiva y que ASTAC no ha vuelto a presentar una nueva solicitud para ser aprobada como organización sindical.

El Comité de la OIT lamentó el argumento oficial para no reconocer a ASTAC porque sus afiliados no trabajen para un mismo empleador cuando a otros sindicatos de rama el gobierno ecuatoriano sí los ha reconocido (sectores florícola y del trabajo doméstico). También llamó la atención al Gobierno precisando que el reconocimiento de ASTAC como organización agro-productiva no garantiza la protección de sus derechos sindicales, por lo que el Comité en su último informe pidió una vez más al régimen que tome acciones para asegurar el registro de ASTAC, en caso de que lo vuelva a solicitar, y que mientras tanto brinden garantías a sus miembros.

El Comité además destacó la actuación de ASTAC como defensora de los derechos de los trabajadores bananeros. Precisó que en 2010 y 2016 ASTAC presentó dos denuncias ante la Defensoría del Pueblo por violaciones a sus derechos y que ASTAC también denunció ante la Fiscalía no solo despidos antisindicales, sino la difusión de listas negras, actos de persecución y represalias (el 8 de noviembre de 2017, 8 de noviembre y 28 de marzo de 2018). Ante ello el Comité le recordó al Estado ecuatoriano que establecer listas negras de sindicalistas es una grave amenaza para el libre ejercicio de los derechos sindicales y, en general, los gobiernos deberían tomar medidas enérgicas para combatir tales prácticas.[1]

ASTAC ha seguido denunciando nuevos despidos en distintas haciendas bananeras, actos de intimidación sin que el Gobierno se pronuncie al respecto. Por ello el Comité insistió al régimen investigar las denuncias en la Fiscalía, que proporcione copia de sus resultados y si se comprueban esos actos antisindicales, “tome medidas suficientemente disuasorias para sancionar a los responsables”.

En torno a los tres acuerdos ministeriales emitidos por la cartera de Trabajo (2017-0029, 2018-0096 y 2018-0074), ASTAC denunció ante el Comité de Libertad Sindical (OIT) que constituyen un grave retroceso en cuanto a libertad sindical, derecho a la negociación colectiva, derecho de remuneración justa y salario mínimo. Además, que al permitir contratos temporales para actividades permanentes y establecer que el empleador puede terminar dichos contratos se expone a los trabajadores a la inestabilidad laboral.
El Gobierno ha negado que los acuerdos limiten la libertad sindical o la negociación colectiva, pues su objetivo sería adaptar la legislación a las realidades del sector bananero y regular las relaciones laborales en dicho sector.

La mafia china controla la minería ilegal en Imbabura

Han pasado 4 meses desde el mega operativo ejecutado en Buenos Aires y de otras acciones de investigación dispersas en contra de la minería ilegal sin que ninguna autoridad política militar o policial de la provincia de Imbabura, ni de las dependencias de control del Gobierno haya sido investigada por no haber tomado medidas frente al maremágnum de ilegalidades registradas desde ya hace varios años.

No hay avances o al menos no se han hecho públicos los resultados de las investigaciones a cargo de la Fiscalía, pese a que la historia de explotación ilegal de oro en la zona y la danza de millonarias ganancias no son fenómenos nuevos. Se instalaron sin ningún tapujo, cambiando la tranquilidad de territorios agrícolas y ganaderos por un poderoso y bien organizado sistema delincuencial que ha destruido el medio ambiente sobretodo en la zona de influencia directa de la parroquia La Merced de Buenos Aires, en el cantón Urcuquí.

Una de las primeras señales preocupantes que se dieron al inicio de las investigaciones y que podría perfilar el rumbo que puedan tomar la Fiscalía ha sido el haber dejado en libertad a tres ciudadanos chinos y un ecuatoriano apresados el 10 de julio pasado, durante el allanamiento de una planta procesadora de oro que operaba de manera ilícita en la hostería del ex asambleísta del correato Agustín Delgado.

El fiscal Jeffrerson Ibarra y la jueza Raquel Maza Puma no tomaron en cuenta los hallazgos de ´Avalancha 412´, como se denominó al operativo ejecutado en este caso, con lo que se abrió el camino para dictar medidas sustitutivas a la prisión preventiva en favor de los extranjeros y el ecuatoriano detenidos en julio de este año: Wu Haitao, Xian Zhong Yu, Zhang Youpeng y Darwin Efraín P. S.

Esto pese a que en las pesquisas se estableció que el mineral que almacenaba y se transformaba en un galpón ubicado en el Complejo Deportivo Bienvenidos “Welcome” (parroquia San Antonio de Ibarra) de propiedad de Agustín Delgado, había sido sustraído del sector de Buenos Aires. Es decir, las pistas que condujeron a este hallazgo de maquinaria y equipos de procesamiento minero devenían, a su vez, de la información recopilada en el mega operativo realizado el pasado 2 de julio en Buenos Aires, donde se detuvieron a más de una treintena de personas; se decomisaron 15 armas de fuego, 119 galones de combustible, 2.339 gramos de oro sólido, 250 gramos de marihuana, 200 generadores de energía, 52 motores de polea, cuatro bombas de agua, entre otros elementos.

A partir de este operativo se recopilaron centenares de otros indicios como datos registrados en libretas a partir de los cuales se evidenciaron donde se encontraban las zonas de acopio de los minerales; el pedido de un alternador eléctrico registrado a nombre de Delgado, equipo necesario para el funcionamiento de una planta de energía eléctrica; y otras máquinas también a nombre del ex futbolista, y que formaban parte de la planta procesadora. Este tipo de información condujo hasta la hostería de Delgado.

Otros hallazgos apuntan a una tía del ex asambleísta del correato, quien sería la encargada de realizar la explotación de las minas en Buenos Aires, para lo cual utilizaría la mano de obra del sector. Luego se encargaría de comercializar el mineral con ciudadanos chinos.

Las autoridades judiciales no han dimensionado la magnitud de este caso que tiene varios tentáculos que lo vincularían no solo con la minería ilegal practicada en la parroquia Buenos Aires, sino también con verdaderas mafias chinas que habrían realizado fuertes inversiones con recursos provenientes de lavado de dinero, en un negocio redondo que no solo incluye la extracción, procesamiento y venta ilegal de oro, sino también otros delitos conexos como homicidios, tenencia ilegal de armas, contrabando, prostitución, trata de personas, extorsión, narcotráfico…


Se presume que los individuos y las empresas que integrarían estas mafias han logrado contactos al más alto nivel gubernamental, es decir con personas que han ejercido cargos de  poder como ministros, gobernadores, embajadores, alcaldes, jefes policiales, militares, fiscales, jueces y otros personajes públicos. Estas relaciones de poder y de negocios se habrían intensificado durante el gobierno de Rafael Correa.

La huella de toda esta criminalidad empezó a dar señales claras de cómo se había instalado en el país desde hace, al menos, un par de años atrás.

Es así como el 27 de octubre de 2017, en el operativo ´Dragón Rojo´ realizado en el sector de Mascarilla (Imbabura) se detuvo a 3 ciudadanos de nacionalidad china que viajaban en un vehículo Ford Explorer, color blanco de placas PBD 2646, con 591.540 dólares en fajos ocultos en la llanta de emergencia.
Los detenidos estarían relacionados con otras personas también de nacionalidad china, con vínculos con la minería ilegal y que utilizan chifas y tiendas de bisutería o de otros artículos chinos para lavar grandes cantidades de dinero. Esta mafia también envía el dinero a Colombia y EEUU. Desde este país se depositaría en una cuenta del Hong Kong Bank.

Luego, los dólares regresan a Ecuador en contenedores que traen artículos chinos y dinero en efectivo. Esa plata se invierte en  procesos de extracción y procesamiento ilícito de minerales, como lo que empezó a funcionar en Buenos Aires, donde las economías criminales que se organizaron alrededor de la minería ilegal pusieron en riesgo no solo al medio ambiente sino a la seguridad de los habitantes del sector y de los más de 10 mil personas que se dedicaban a esta actividad.

Otra de las señales que ya ponía en evidencia el avance de la minería ilegal especialmente en la provincia de Imbabura, fue lo sucedido en mayo de 2018 cuando ya se allanó la hostería del ex futbolista Agustín Delgado, encontrándose material aurífero. A partir de ello se inició  una investigación previa, pero sin que se conozcan avances hasta el momento.

En mayo de 2019 se verificó los lugares donde pequeñas camionetas recibían el material aurífero extraído ilegalmente de Buenos Aires para trasladarlo hasta la planta procesadora que funcionaba en el complejo deportivo de Agustín Delgado. Se estableció que en el galpón donde se habían instalado estas máquinas y equipos se procesaba 10 toneladas al día de material minero.


El oro se trasladaba hasta Quito y se lo almacenaba en una bodega ubicada en el sector de Calderón (norte de Quito). Una empresa de repuestos, situada cerca de esta bodega era utilizada como fachada de ciudadanos chinos para cuidar el material aurífero.

Mediante un bien organizado sistema de traslado que incluía un tanquero que se movilizaba teniendo como guía el transporte de combustible, ese oro atravesaba casi todo el país hasta el cantón Pasaje (provincia de El Oro), desde donde se factura y comercializa el oro de manera “lícita”. Es decir, se presume que el concentrado de oro obtenido de todo este proceso, lo podían vender o trasportar a otros países de  manera legal.

Incluso está identificada por la Policía una empresa de capitales chinos que es la que se encargaría de exportar el mineral a China. Se trata de una compañía legalmente constituida en el país, en agosto de 2015, según la Superintendencia de Compañías, y tiene registrada como actividad económica la extracción de minerales metalíferos.

De acuerdo con información encontrada por Mil Hojas en fuentes de comercio exterior, se trata de una empresa que ha exportado centenares de toneladas de concentrado de oro a China desde 2016.
Las investigaciones sobre el tema han enfrentado trabas incluso desde el interior de las instituciones encargadas de impulsarlas. En el caso de ´Avalancha 412´ el primer escollo fue la tardanza para el inicio mismo del operativo por parte de Dirección General de Inteligencia, la Dirección Nacional de la Policía Judicial, Fiscalía General y los jueces de Ibarra. El allanamiento a la hostería de Delgado no se hizo en la madrugada como se acostumbra y había resistencia de las autoridades para ingresar al área donde se encuentra la moledora o procesadora de material aurífero.

Ya en el proceso judicial se excluyeron evidencias, la audiencia de juzgamiento fue dilatada para que aboquen conocimiento el juez y fiscal. En fin… las dilaciones e irregularidades no han estado ausentes en los casos abiertos en torno a la minería ilegal, como tampoco la presunción de que fuertes cantidades de dinero hayan determinado y sigan marcando el curso de las investigaciones desde el poder judicial.

CAI RUNGUO, EL EMBAJADOR PRÓFUGO AMIGO DE CORREA Y MORENO

Es septiembre en China y en el gigante país asiático se vive lo que constituye el mejor clima de todo el año. El ambiente es propicio para disfrutar las bondades que ofrece actualmente la moderna capital Pekín, con una agradable temperatura de 19 grados. De esa frescura goza actualmente Cai Runguo, quien fuera el embajador chino en Ecuador y posteriormente representante de la constructora estatal Sinohydro, que ejecutó en nuestro país millonarios proyectos que se constituyeron, para bien y para mal, en símbolos del periodo correísta que dominó Ecuador durante diez años.

Hoy, doce años después de la llegada de Cai como embajador a nuestro país, su nombre aparece como uno de los acusados por la Fiscalía dentro del caso que ya se constituye en el modelo del mecanismo de pago de favores, contratos y corrupción dentro de la administración pública: Arroz Verde. Nada que preocupe a Runguo, quien ahora tiene 68 años, ni siquiera por la orden de prisión en su contra dictada por la jueza de la Corte Nacional Daniella Camacho. Él se encuentra a buen recaudo en China, a 16.213 kilómetros de distancia de Ecuador, con un océano de por medio.

Durante su paso por Ecuador, Cai Runguo se manejó como un hábil empresario negociador y un exitoso diplomático. Las dos cosas a la vez. Un doble estandar al que sumó el necesario olfato político para identificar a los líderes precisos con quienes podía concretar buenos negocios. Un recorrido que no estuvo exento de altibajos y momentos de crisis, como cuando las relaciones bilaterales se pusieron grises -allá por 2010- por las apasionadas críticas hechas por el presidente Rafael Correa. Pero que, como contrapeso, también le trajo reconocimientos y homenajes públicos, como el que recibió de manos -paradojas de la política- del mismo presidente Rafael Correa, quien meses después de haber puesto al filo de la navaja las negociaciones de crédito con China, homenajeó a su embajador, a quien llamó particularmente su amigo.

La de Correa no fue la única amistad que cultivó Runguo en Ecuador. De hecho, dejó en el país todo un naipe de buenas amistades. Como la que se preciaba de tener con el entonces Vicepresidente y actual presidente Lenin Moreno, cuya intervención decisiva sirvió para desbloquear las negociaciones del crédito más importante que otorgó China para la construcción de la central hidroeléctrica más grande del país, Coca Codo Sinclair. O también la relación que alimentó de buena gana con el ex Canciller Ricardo Patiño, uno de los más entusiastas impulsores de las nuevas alianzas con el gigante asiático.

2007: Hola Ecuador

Cai Runguo llegó a Ecuador en 2007, el mismo año en que captó el poder la Revolución Ciudadana de Rafael Correa. Espectador de los hechos al principio de ese régimen, también dio especial importancia a los golpes de efecto, como el anuncio público de que él y otros empleados de la embajada donarían USD 1000 a la causa del gobierno para no extraer el petróleo de la reserva del Yasuní. “Yo hubiese querido añadir dos ceros más, pero nuestra posibilidad es muy pequeña”, bromeó. En total, fueron USD 20.000 donados para la fracasada campaña, que sirvió en ese momento para crear una imagen pública de interés por la conservación ambiental, que contrastaba con la realidad pragmática del país asiático: tenía expreso interés para que las empresas petroleras chinas puedan explotar el crudo del Yasuní. Aquello quedó en evidencia en cables filtrados por Wikileaks en los que aparecen comunicaciones entre los embajadores de China y de Estados Unidos.

Esto solo es una muestra del manejo político con el que se manejó Runguo. Una habilidad que fue puesta a prueba en el complicado año 2010, cuando casi se va al traste el crédito más oneroso entregado por China a Ecuador, USD 1700 millones. El 26 de enero de ese año, se reportó una fructífera reunión entre el embajador Cai y el vicepresidente Lenin Moreno. Así se publicó en las páginas oficiales:

El embajador Cai Runguo aprovechó la oportunidad para expresar al Segundo Mandatario la satisfacción de su país por los avances registrados tras los recientes acercamientos entre China y Ecuador para construir la central hidroeléctrica Coca–Codo Sinclair con financiamiento del Eximbank, del país oriental.

En este sentido, precisó que tras los acercamientos con la Ministra de Economía, María Elsa Viteri, faltan pequeños detalles por pulirse para conseguir un acuerdo definitivo que garantice el acuerdo crediticio.

El Segundo Mandatario expresó que una vez se superen los problemas generados por la crisis mundial habrá “vientos más gratos” para salir adelante con acuerdos entre los dos países, e hizo votos porque pronto se limen asperezas y se concrete  la construcción del Coca – Codo Sinclair, la central hidroeléctrica más grande del Ecuador.

Semanas después, durante una de sus sabatinas, el presidente Rafael Correa estuvo a punto de desechar los créditos chinos. Se quejó de las condiciones impuestas por el gobierno asiático y las comparó con las que negociaban los organismos multinacionales. Advirtió que de continuar en esa postura, Ecuador no accedería a esos préstamos.

Ante esa situación, Lenin Moreno no se quedó cruzado de brazos.

El 29 de marzo de 2010, durante una entrevista en radio Democracia, dio los detalles de las gestiones que realizó personalmente con el embajador Runguo.

“El embajador Runguo es un buen amigo que en más de una ocasión me ha pedido cita con el fin de manifestar que por parte del gobierno de China y las empresas involucradas existe toda la buena voluntad de hacerlo”, dijo Moreno.

El Segundo Mandatario recordó que el presidente de la República, Rafael Correa, había puesto un plazo para la concreción del crédito chino para la central hidroeléctrica que se venció sin que se concretara.

Además reconoció que el Primer Mandatario había explicado que las condiciones de la negociación propuestas por la entidad financiera asiática, especialmente lo que se refiere a las garantías, se iban en contra de la Constitución ecuatoriana y rebasaban inclusive las condiciones del Fondo Monetario Internacional para un crédito.

“Ante la llamada del señor embajador, fui a donde el señor presidente de la República y le insistí en que existía alguna inconsistencia e imprecisiones en la información que le habían dado y que el señor embajador manifiesta que el Eximbank podía hacer una propuesta acorde a la constitucionalidad ecuatoriana, y estamos a la expectativa de que esto ocurra”, especificó.

La gestión realizada por el vicepresidente Moreno tuvo un resultado exitoso. El préstamo de USD 1700 millones del Eximbank con el que arrancó la construcción de la hidroeléctrica más grande del país, se había concretado. Todo comenzó a marchar a buen ritmo, con la agilidad que siempre garantiza un rápido flujo de dinero.

El buen momento de amistad y negocios que se vivía tuvo que perdurar para la posteridad. Por eso se organizó para el 1 de diciembre de 2010, el homenaje de reconocimiento para el embajador Cai Runguo, en el palacio de Carondelet. Estuvieron presentes el presidente Rafael Correa y el vicepresidente Lenin Moreno. Así lo reseñó la prensa oficial:

El Vicepresidente de la República, Lenín Moreno, participó en la ceremonia de condecoración, con la Orden Honorato Vásquez, al embajador de China en Ecuador, Cai Runguo, como un reconocimiento a su gestión para la consecución  de importantes proyectos de desarrollo  en beneficio de los sectores sociales.  

La condecoración fue impuesta por parte del Primer Mandatario, Rafael Correa, en el salón Amarillo de las Presidencia de la República. En la ceremonia, el Presidente destacó que la inversión china en el Ecuador alcanzará, el próximo año, los 5 mil millones de dólares.

El Jefe de Estado resaltó además la complementariedad de la economía china con la del Ecuador y la inversión en el proyecto hidroeléctrico más grande de la historia, Coca – Codo Sinclair. “Siempre lo hemos dicho Ecuador es la puerta de entrada a la cuenca asiática del Pacífico hacia América Latina y viceversa”, dijo. 

Por su parte, el embajador chino expresó su admiración por el Presidente ecuatoriano, a quien, dijo, identifica como un líder preocupado permanentemente por su pueblo.  “Yo he visto a su gobierno, a sus funcionarios y al mismo Presidente que, durante estos años, han trabajo tanto por el bienestar de su pueblo. Cuando yo recuerdo estas cosas me siento animado”, señaló el embajador.

Para estos políticos, en ese momento, todo era felicidad. El presidente de la Asamblea de ese momento, Fernando “El Corcho” Cordero, no se quiso quedar atrás en los elogios y condecoraciones para el embajador chino. Por eso armó su propio homenaje en el legislativo.

“Nos ha tratado como amigos, nos ha acercado a los empresarios, nos ha acercado a las autoridades de su país y ha hecho posible que se afiance la cooperación entre nuestros pueblos”, dijo Fernando Cordero al condecorar a Cai Runguo.

En esos tiempos también se volvieron realidad los negocios de subcontratistas ecuatorianos, que estaban pendientes del millonario flujo de recursos provenientes de la China. Algunos de estos, amigos muy cercanos de Lenin Moreno. Y amigos del embajador Cai Runguo.

El amigo Conto y los amigos Macías

La gestión por el crédito chino la hizo Lenin Moreno, pero la comisión la cobró Conto Patiño Martínez, su amigo personal. Y todo se supo tras las revelaciones de pagos por $18.3 millones de Sinohydro a la empresa off shore Recorsa, de propiedad de Patiño Martínez. Este hecho desató la polémica y no era para menos. Sobre todo cuando los portales de investigación La Fuente y Milhojas sacaron a la luz que de ese mismo dinero, Xavier Macías y María Auxiliadora Patiño -yerno e hija de Conto Patiño- compraron muebles finos para el departamento que ocupaba Lenin Moreno durante su permanencia en Ginebra, Suiza. Un cruce de cuentas y pagos vinculados que los correístas quisieron aprovechar para su contragolpe y beneficio político en la guerra declarada que mantienen con el bando morenista. Para dar contexto completo a este tema conviene revisar la publicación sobre los Ina Papers.

En todo caso, el veterano Conto Patiño cedió el paso y sus contactos a su yerno, Xavier Macías Carmigniani, también amigo personal y de trato familiar con el presidente Lenin Moreno. Y los contactos de Patiño incluían las excelentes relaciones de negocios que cultivó con los empresarios chinos. El lobby que llevó adelante Patiño por Sinohydro traspasó las fronteras de Ecuador y llegó hasta Paraguay y Panamá. Su yerno, al tomar la batuta, intentó mantener el nivel internacional de los negocios y realizó sus gestiones para contratos en Cuba. No siempre con el éxito que tuvieron en Ecuador, ciertamente.

Los excelentes resultados que obtuvieron en Ecuador fue la conjunción de diferentes factores. Pero uno de los primordiales fue sin duda cultivar las relaciones políticas-personales con el objetivo de cultivar negocios. Eso lo entendió como nadie Xavier Macías Carmigniani, que a la salida de la Vicepresidencia de su amigo Lenin Moreno, se adaptó sobre la marcha al nuevo mecanismo de trabajo del Vicepresidente que llegó el 2013, Jorge Glas Espinel. Sin mayores contratiempos. Y contando con un leal amigo en ese camino, el ya conocido embajador de China, Cai Runguo.

El mecanismo de trabajo arrancaba con memorandos de entendimiento entre las empresas chinas y las oficinas públicas que tenían proyectos para ejecutar. Algunos se firmaron con las condiciones claramente establecidas, como el pago de porcentajes del 4,5% sobre el monto total del contrato, a cuenta de consultorías que justificaban los contratistas locales. Xavier Macías cumplía también la tarea de informar al embajador chino de los perfiles de nuevos ministros que llegaban a ocupar esos cargos. Pasó con Walter Solís cuando estuvo de Ministro de Obras Públicas y con el titular de Senagua, Carlos Bernal. Macías tenía tanta confianza que le preguntaba a Runguo si China estaría interesada en algún proyecto en esas dos carteras, porque él se encargaba. Ya era 2013, Glas era el vicepresidente y entre los amigos era nombrado como el “nuevo once”, ya que Lenin Moreno era el antiguo “once”.

Jorge Glas puso a su propio delegado para las conversaciones con el embajador de China y Xavier Macías Carmigniani. Se trató del fallecido José Alvear Icaza, ex diputado socialcristiano, que siempre estuvo haciendo gestiones y cruzando comunicaciones en representación del segundo mandatario. Alvear era el hombre con el que se debía llegar a los acuerdos, especialmente en el monto del porcentaje por contrato firmado. Se trataba de un duro negociador.

Cai Runguo siempre estuvo al tanto de todo. Xavier Macías Carmigniani era el encargado de poner en su conocimiento la información más relevante. El 18 de febrero de 2016, por ejemplo, le informó que Rafael Correa y Lenin Moreno negociaban el nombre del vicepresidente para la campaña de ese año: Correa insistía en que sea Glas, Moreno pretendía que sea un empresario de la Costa. El país conoce quien ganó esa puja. Y el embajador chino fue un espectador de primera fila, privilegiado al momento de enterarse del desenlace.

Chao Ecuador

En el escandálo de la receta Arroz Verde, se reporta también la relación de Jorge Glas-L1 con el ex embajador Cai Runguo, ya para entonces representante de Sinohydro CorporationCO-V14, que aportó el 14 de enero de 2014, la suma de  $500.000, de los cuales $400 mil fueron entregados en efectivo y $100 mil en la modalidad cruce de facturas. También se constata que Iván Wuyu y Hu Ning- Beatriz eran los nexos con esta constructora. Beatriz es la misma empleada de Sinohydro relacionada en el caso Ina Investment. 

Basada en estas evidencias, la fiscal General Diana Salazar decidió vincular entre los procesados al ex embajador Runguo y se le dio una oportunidad de comparecer a juicio libremente, sin orden de prisión, pero con la obligación de presentarse periódicamente a la Corte. Medida infructuosa, porque el antiguo diplomático regresó a su país en 2016 y no ha regresado. Fue entonces que la jueza Daniella Camacho realizó el castigo simbólico de dictarle orden de prisión a quien años atrás fue condecorado por sus servicios relevantes en el Palacio de Carondelet y en la Asamblea Nacional. Runguo ha buscado un abogado que lo defienda y este ha dicho que su cliente está dispuesto a comparecer, pero en Pekín. Cai ya le dijo chao a Ecuador y no está entre sus planes volver.