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Autor: Redacción MH

Tráfico de influencias, cohecho y prevaricato para acceder a USD 4 millones

Apropiarse de activos que no les pertenece, utilizando para ello figuras constitucionales que fueron hechas para proteger derechos, fue una de las estrategias reveladas por la Fiscalía General del Estado (FGE) en el #CasoPurga. Los protagonistas de estas prácticas son el exasambleísta del PSC, Pablo Muentes Alarcón y su esposa Mónica Alvarado Bardi.

Entre 1988 y 1999 el Banco del Pacífico otorgó varios préstamos a la pareja por $314.800. La falta de cancelación de estos valores provocó que la entidad financiera inicie procesos de cobro.

En 2020, Alvarado y Muentes interpusieron una acción de habeas data en contra del banco, aseverando que habían pagado la deuda. Según los abogados de la institución financiera, los esposos alegaban que el Pacífico vulneró sus derechos mediante la incorrecta gestión de sus datos personales y financieros, lo que les causó daño físico, moral y psicológico.

Por lo que, en julio del mencionado año, mediante aquel recurso constitucional, exigieron que se corrijan los registros que, de acuerdo con ellos, contienen información errónea sobre pagos y deudas que ya habrían sido saldadas. Los demandantes solicitaban, entre otras cosas, que el banco actualice sus reportes ante la central de riesgos y elimine sus nombres de la lista de deudores.

Exasambleísta del PSC, Pablo Muentes Alarcón

Pero según las investigaciones de la Fiscalía, los cónyuges pretendieron justificar el pago con el uso de notas de crédito falsas. El propósito era que el banco reconozca la cancelación de la deuda y pague a los esposos USD 3,9 millones por daños causados.

En noviembre de 2020, el juez de la Unidad Judicial Penal Norte 2 de Guayaquil, Reinaldo Cevallos Cercado, acogió el recurso y dispuso al Banco del Pacífico, registrar los documentos de pago falsos en sus asientos contables, así como el resarcimiento económico a los supuestos afectados.

A criterio de la Fiscalía la recompensa del juez por su fallo fue su designación como Juez Provincial del Guayas. Esto pese a que no cumplía los requisitos para ejercer el cargo por haber sido destituido de su función como juez y tener sumarios administrativos abiertos.

Al momento Cevallos también está procesado en el caso Purga. Se encuentra con arresto domiciliario y debe portar grillete electrónico.

El recurso de apelación a la decisión de Cevallos, presentado por el Banco del Pacífico, recayó en la Sala provincial del Guayas integrada por los jueces, Johan Marfetan; Guillermo Valarezo; y, Víctor Vaca, quienes ratificaron la sentencia anterior.

Habeas data está en la cancha de la Corte Constitucional

El Banco del Pacífico argumenta que la sentencia en su contra a través del hábeas data es inejecutable porque es una garantía jurisdiccional que ampara el derecho al acceso y protección de datos personales, a corregir algún error sobre esta información y a aumentar o suprimir datos personales e inclusive mantenerlos en reserva.

Pero en este caso se ha desnaturalizado su uso pues, la sentencia obtenida de manera irregular por Pablo Muentes y su esposa, ha pretendido aplicar ese recurso para obtener la extinción de una obligación crediticia y el pago de daños y perjuicios.

En este caso se aplicó un hábeas data correctivo, pues los cónyuges reclamaban que la información que reposa en el Banco del Pacífico en dos juicios coactivos era incorrecta debido a que ya no existían las deudas que se les imputaba.

Pero el habeas data solo procedía si ya hubiera existido una sentencia previa de la justicia ordinaria que determine que las obligaciones de crédito ya fueron pagadas. Es decir, la extinción o no de la deuda debió resolverse mediante un juicio civil. La defensa del Pacífico cuestiona que tal principio fue inobservado en este caso y aseguran que “los distintos jueces que conocieron de la acción de hábeas data desnaturalizaron dicha garantía jurisdiccional y determinaron -cuan jueces civiles- que la deuda fue extinta y que los juicios coactivos debían ser archivados, cuando aquello no corresponde al objeto del hábeas data”.

“Pretenden meterle la mano al bolsillo de los ecuatorianos”

El Banco del Pacífico ha presentado una acción de inejecución del habeas data, ante las maniobras que, según el abogado de la institución financiera, Germánico Maya, se han ejecutado para intentar meter la mano al bolsillo de los ecuatorianos.

Durante una entrevista con Mil Hojas, Maya explicó que este 5 de marzo, el Banco solicitó al juez Ubaldo Eladio Macías Quinton, de la Unidad Judicial Penal Norte en Guayaquil, que en el término de cinco días envíe el expediente del caso (No. 09286-2020-01635) a la Corte Constitucional para que esta declare que no es factible el cumplimiento del habeas data y el Pacífico consiga dos objetivos: “quedar liberado de la obligación de pagar la millonaria indemnización, en la que deben haber sido partícipes todos quienes ahora están presos, y pueda continuar con la ejecución del proceso coactiva en contra de Muentes y su esposa”.

La defensa legal del Pacífico ha pedido además que se declare la desnaturalización de la acción de hábeas data y el error inexcusable de los jueces que conocieron del caso.

Maya aseguró que con el abuso del derecho que hacían los imputados en el caso Purga en Guayaquil y en Quito, a quienes calificó como una gavilla de pícaros, se pretendía maniobrar cortes, y poner y quitar jueces en víspera de las audiencias. En el caso del Pacífico se intentaba perjudicar al Estado ecuatoriano porque el capital de esta institución le pertenece a la Corporación Financiera Nacional. Entonces el no pagar créditos y convertirse en beneficiarios de USD 4 millones, era básicamente “meter la mano al bolsillo a los ecuatorianos, lo que es criticable y ahí nos damos cuenta que los ciudadanos estamos en la indefensión”.

Maya recuerda que la Corte Constitucional en reiterados fallos ya ha proclamado que aquel afectado con un recurso como el habeas data puede solicitar la inejecución de un fallo como el dictado en este caso. La expectativa es que este juez a quien le tocó tramitar la causa, ahora en ausencia del juez Cevallos, responda dentro del período establecido.

El abogado del Pacífico enfatiza que, si en cinco días Macías no despacha el caso, la defensa legal de la institución financiera puede acudir directamente a la Corte Constitucional pidiéndole que avoque conocimiento ante la eventual rebeldía del juez.

Ubaldo Macías ordenó el embargo de varias propiedades del Banco por USD 40 millones como una medida para forzar el pago de la indemnización que ordenó el juez Cevallos. El Banco se ha opuesto, solicitando la revocatoria de tales medidas.

Maya estima que ante esta situación en la que se ha intentado atracar fondos que le pertenecen al Estado ecuatoriano, la Corte Constitucional actuará de manera expedita.

Pese al complejo momento que atraviesa la justicia ecuatoriana debido a la escasez de jueces que despachen las causas represadas, a lo que se suma la crisis en la Corte Provincial de Guayas, producto del caso Purga, Maya confía en que el tema del Banco del Pacífico tenga la atención correspondiente.

El abogado dijo también que el banco no tiene intención de plantear una demanda penal, ya que la Fiscalía General está al tanto del caso y ha tomado cartas en el asunto.

Otros alfiles de Muentes en los juzgados

El Banco del Pacífico también interpuso un juicio de falsedad de instrumento privado por las notas de crédito irregulares presentadas por Mónica Alvarado y Pablo Muentes Alarcón. La demanda recayó en la jueza Silvia Orozco, quien decidió rechazarla.

La institución financiera apeló tal resolución, pero la influencia de Muentes reapareció en esta instancia. El tribunal provincial, conformado por Alfonso Ordeñana; Nelson Mecías Ponce Murillo; y Lino Tumbaco Ramos Alberto, rechazó el recurso presentado por el Pacífico y ratificó la decisión de la jueza, con el voto de los dos últimos jueces. 

La Fiscalía señala que, en primera instancia, el juez ponente fue Ulises Torres, “quien no habría aceptado colaborar en las pretensiones del miembro de la cúpula criminal.” Es por ello por lo que Muentes solicitó a la expresidenta de la Corte de Justicia del Guayas, Fabiola Gallardo, y a Mercedes Villarreal Vera, entonces directora provincial del Consejo de la Judicatura de Guayas, que el juez Torres sea cambiado de sala de la Corte Provincial de Guayas. Se hizo la voluntad de Muentes y se designó como reemplazo a Lino Ramos.

En sus alegatos, la Fiscalía General afirma que, de esa forma, Muentes, a quien califica como “líder del grupo criminal”, cometió los delitos de tráfico de influencias, cohecho y prevaricato para obtener un beneficio económico de alrededor de $3.9 millones, “manipulando a su antojo la justicia con la colaboración de funcionarios judiciales de la provincia del Guayas”.

Apropiación ilegal de tierras

El caso del Banco del Pacífico no es el único, a decir de la Fiscalía, pues la misma modalidad se replicó en otros escenarios, como en la apropiación ilegítima de tierras, donde el factor común, a más de su “modalidad delictiva” es la familia Muentes Alarcón.

En esta ocasión, fue Fausto Alarcón Gómez, primo de Pablo Muentes, quien acudió a la figura de un habeas data con el objetivo de apropiarse de varias hectáreas de terrenos que no le pertenecían de forma legal. 

El terreno en disputa, ubicado en el cantón Durán de la provincia del Guayas, le perteneció originalmente a la familia Ramírez Nieto. El último propietario registrado es la compañía ROYAL TECNOLOGY.

Sin mayores explicaciones, apareció una nueva ficha registral (N° 31) con el mismo código catastral del predio antes mencionado. Este documento se encontraba a nombre del primo de Pablo Muentes, sin que éste conste en el historial de compraventa del código catastral, es decir, no había el soporte documental que legitime la transacción. Aun así, la jueza de la Unidad Judicial Penal con sede en el cantón Durán, Andrea Patiño, ordenó la anulación de la ficha registral N° 401 que sí contaba con el historial de transacciones del terreno y en su lugar decidió legitimar la ficha N° 31 y eliminar toda la información catastral generada dentro de la ficha legítima (401), señala la Fiscalía.

De esta forma, Fausto Alarcón Gómez obtuvo una propiedad cuyo avalúo catastral oscila entre los USD 200 mil, pese a que su actividad laboral se centra en la venta de sánduches de cerdo, en “El Sanduchón”, en Guayaquil cuyas ganancias no le permitirían adquirir un inmueble de estas características, según la Fiscalía.

Esto “evidencia que no solo las famosas desnaturalizaciones de los habeas corpus han servido como herramienta para la delincuencia organizada, sino que también se valían de habeas datas para apropiarse de bienes que legítimamente no les pertenecían”, indicó la fiscal Diana Salazar. “Todo ello, gracias al control que el grupo criminal mantenía en la administración de justicia de la provincia del Guayas”, acotó.

Narcotráfico

En agosto de 2023, el narcotraficante Adolfo Macías, alias “Fito”, fue trasladado desde la cárcel regional de Guayaquil a la de máxima seguridad “La Roca”. Fito presentó un recurso de apelación por este cambio ante el juez de garantías penitenciarias, Diego Poma, el mismo que aceptó la pretensión y dispuso que el narco regrese a la cárcel regional. El SNAI apeló la decisión. El conocimiento de ese recurso recayó en la Sala de lo Penal de la Corte Provincial del Guayas, integrada por los jueces Fabiola Gallardo, Henry Moran Morán y Reinaldo Cevallos Cercado. Este último resolvió el habeas data del Banco del Pacífico para beneficiar a Muentes con casi USD 4 millones.

“Al tener bajo su control la decisión de retornar a un máximo líder de un grupo narco delictivo al centro de rehabilitación social que controlaba, la jueza Fabiola Gallardo habría emprendido gestiones para contactar a Fito, a través de su abogado Ronald Cantos Sacón, con obvias razones de procurar un beneficio a cambio de su decisión”, ha señaló la fiscal general.

La audiencia de apelación para resolver la situación penitenciaria de Fito fue convocada para el 20 de diciembre de 2023. En esos días la Fiscalía hizo público el #CasoMetástasis, donde Mayra Salazar, relacionada también con el narcotraficante Leandro Norero, fue detenida. La Fiscalía señala que por este motivo la diligencia no se instaló y que Gallardo intentó excusarse con la finalidad de “deslindarse de estos hechos y buscar su impunidad”.

La Fiscalía también destaca los nexos de Mayra Salazar con el sentenciado Daniel Salcedo, a quien daba cuenta de los arreglos en los sorteos de las causas judiciales por medio del exvocal del Consejo de la Judicatura, Xavier Muñoz.   

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército

En 2022, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército presentó una demanda de acción de protección con medida cautelar en contra de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas de Quito; de por medio estaban alrededor de USD 30 millones provenientes de un contrato de repavimentación, suscrito por ambas entidades.

En primera instancia, la jueza Larissa Ibarra, de la Unidad Judicial Multicompetente de Samborondón, declara sin lugar la acción constitucional presentada por el Cuerpo de Ingenieros, que enseguida fue apelada.

Posteriormente, los jueces provinciales Fabiola Gallardo, Guillermo Valarezo y Henry Robert Taylor Terán, revocaron la sentencia de primera instancia y aceptaron la acción de protección.

“Decisión que se emitió a cambio de un beneficio material para el Grupo de Delincuencia Organizada: la remodelación del piso del Salón de la Presidencia de la Corte Provincial del Guayas”, asegura la Fiscalía.

Mayra Salazar fue la encargada de seleccionar el piso para la remodelación, cuya compra e instalación fue pagada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

De esto hay fotos y transferencia, señaló la fiscal Diana Salazar, quien explicó que Ruth Solano, procuradora Judicial del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, hizo una transferencia por USD 1.400 que serían destinados al pago de la mano de obra.

“Una entidad pública favoreciendo a un grupo de delincuencia organizada dentro de la administración de justicia del Guayas”, enfatizó Salazar.

Control de la Función Judicial

La Fiscalía en sus alegatos señala que el control del “grupo criminal”, con Pablo Muentes a la cabeza, no se limitaba a manipular decisiones judiciales, sino que también se extendía al ámbito administrativo de la justicia del Guayas.

“El poder político representado a través de Pablo Muentes procuraba mantener a los miembros del Grupo de Delincuencia Organizada inmunes a sanciones administrativas garantizando de esta forma el control de la función judicial”, detalla la fiscal general.

Así sucedió con la propia presidenta de la Corte Provincial de Justicia, Fabiola Gallardo. Con la colaboración de la directora Provincial del Consejo de la Judicatura del Guayas, Mercedes Villareal Vera, y su asesor, Saúl Mero, se habrían archivado dos de los cuatro sumarios administrativos activos en 2023, para no afectar a Gallardo en el desempeño de sus funciones.

Las evidencias de Fiscalía señalan que el grupo incluso buscaba controlar la siguiente administración de la Corte Provincial del Guayas, a través del apoyo a uno de los posibles sucesores de Fabiola Gallardo: el juez Hugo González Alarcón, a quien Pablo Muentes, Mercedes Villareal y Saúl Mero, ayudaron a gestionar la implementación del timbre electrónico para todos los jueces de la Corte Provincial del Guayas; todo esto como cumplimiento de una oferta de campaña del mencionado juez.

“Contribución que desembocó en la elección del juez Hugo González Alarcón como nuevo presidente de la Corte Provincial del Guayas”, dice la Fiscalía.

“Esta estructura organizada continúa utilizando a la justicia como una herramienta de beneficio privado y no solo para sus intereses, sino también para los del narcotráfico”, ha dicho Diana Salazar.

Con estos elementos, la fiscal general pidió al juez Javier de la Cadena, prisión preventiva para 12 personas. El magistrado dictó prisión preventiva contra nueve, medidas alternativas para otras dos y arresto domiciliario para el juez Reinaldo Cevallos.

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‘Fito’, El narco abogado que torció a la justicia y hasta interrogó a autoridades para regresar a ‘La Roca’

El pasado 28 de febrero se cumplieron 50 días, desde que se confirmó que José Adolfo Macías Villamar o alias ‘Fito’, cabecilla de la banda narcodelictiva ‘Los Choneros’, huyó de la cárcel de mediana seguridad Regional Guayas, desde donde controlaba y dirigía sus operaciones de narcotráfico, extorsión, secuestros y asesinatos.

¿Cuándo fugó? ¿Cómo? ¿Quién o quiénes le facilitaron su salida? Son solo algunas de las muchas interrogantes que se han tejido alrededor de este caso que involucra no solo a guardias penitenciarios que hoy están investigados, sino también a autoridades del Servicio de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI) que permitieron a este narco, armar su propio bunker en el Centro de Rehabilitación Guayas N.4, con ‘absoluta’ libertad y privilegios.

La fuga de Fito, de 43 años, tiene muchas teorías, pero ninguna ha sido confirmada por el gobierno de Daniel Noboa Azín, quien ha tratado de minimizar el poder de este capo: “No es el más grande. Hay varios capos… esta no es una situación como el Pablo Escobar o como el Chapo Guzmán”, ha dicho. Aunque sí lo ha calificado como a un “criminal de alta peligrosidad”.

El prontuario de Fito es amplio con una veintena de procesos en su contra por delincuencia organizada, narcotráfico, asesinato, extorsión y porte de armas. Dos sentencias por asesinato del preso José Luis Arroyo Quiñonez, alias ‘El Negro’, en enero del 2012, y de Jacinto Manuel Mendoza Farías, en diciembre de 2016, aún están vigentes. Pero otras cuatro sentencias por robo, delincuencia organizada y porte ilegal de armas de fuego fueron extinguidas el 16 de marzo de 2023 por el juez de la Unidad de Garantías Penales de Guayaquil, Diego Poma Chamba.

Con esta decisión el juez Poma Chamba abrió una puerta que le permitió a Fito allanar el camino a su prelibertad. El capo solicitó la unificación o acumulación de penas, precisamente uno de los requisitos para obtener el mencionado beneficio.

Poma Chamba es el mismo juez que ya el 18 de octubre del 2021 emitió una resolución judicial para “prohibir” que Macías Villamar sea trasladado a otro centro de rehabilitación social. Incluso estableció sanciones para quienes contraríen esta disposición. “En caso de incumplir con el mandato judicial se procederá a establecer cualquier mecanismo coercitivo de multas progresivas a los funcionarios titulares, además de ordenar la investigación a la Fiscalía por el delito tipificado en el Art. 282 del COIP (Código Orgánico Integral Penal); para precautelar la vida del privado de libertad, deberá informarse cualquier decisión del SNAI al suscrito para el control de legalidad”, reza la resolución judicial de Poma Chamba del 2021.”

El mismo juez, fue el que ordenó también el 8 de septiembre de 2023, en una audiencia de apelación, que Fito “regrese” a la cárcel Regional porque su traslado a La Roca -dispuesto por el Gobierno de Guillermo Lasso como una medida de seguridad para los ciudadanos y los detenidos-, “fue ilegal”.

En La Roca, Fito permaneció apenas 26 días, y en el último se registró un incidente con un dron con explosivos, el que la Policía logró que estalle de forma controlada en el techo de esta cárcel de máxima seguridad. Ese mismo día, el 12 de septiembre, Fito regresó a su celda de siempre, la de privilegios en la Regional.

De acuerdo con la transcripción de la  audiencia del 8 de septiembre a la que tuvo acceso MilHojas, fueron convocados, Juan Francisco Piedra, director del Centro de Privación de Libertad Masculino – Guayas N3 (La Roca) y su delegado Diego Reyes Mantuano; Pablo Yépez Buchelly, director del Centro de Rehabilitación Guayas N.4 (Regional) y su delegada Alison Romero; José David Zaritama Luzuriaga, en representación de la dirección del SNAI; Andrea Proaño, delegada de la Dirección Jurídica del SNAI; y, Francisco Zambrano Campusano, presidente del Comité de Derechos Humanos y Sindicales (CEDHUS).

También asistieron un médico del Ministerio de Salud Pública, una sicóloga, el capo José Adolfo Macías y su abogado Carlos Salazar Palacio.

¿Las autoridades en el banquillo?

Como si los papeles se hubieran invertido, parecía que los funcionarios penitenciarios respondían desde un banquillo de acusados.

La intervención de Fito en la audiencia se volvió un interrogatorio a las autoridades de los centros penitenciarios y del SNAI que estaban conectadas telemáticamente.

-JAM ¿Quiero hacerle una pregunta a la abogada del CRS N° 4, (Alison Romero) ella habla de que el traslado mío es por un dron?

-Señor juez, señor Macías Villamar, yo no he expuesto que el ataque que consta en el memo suscrito (para el traslado) haya sido dirigido a usted, solo leí el informe, en ningún momento se ha manifestado que usted haya sido objeto o que haya iniciado el incidente contra el CRS N° 4 que fue de conocimiento público.

-JAM ¿Le pregunto a la abogada Andrea Proaño, usted dijo que yo soy una amenaza para la población, por qué fundamenta eso? ¿Por qué soy un peligro?

-El traslado administrativo se ha realizado con una finalidad de garantizar la seguridad del centro penitenciario, tanto para usted como el resto de la población, no porque usted ha representado una amenaza a la población penitenciaria.

-JAM Yo aprendí que, en el ejercicio de la abogacía, hay que tener lealtad procesal, ética y profesional, no hay que acusar a las personas sin pruebas, pero soy una persona que me he rehabilitado. Supuestamente me han trasladado por seguridad y por ello quiero preguntarle al capitán Yépez, ¿En el Centro de Rehabilitación Guayas N° 4 he tenido problemas, motines, quiero que me diga cuál ha sido mi conducta?, porque yo no he dado ningún motivo para que traten de esa forma, mis estudios me han costado esfuerzo y sacrificio, estoy en una profesión que pueda ejercer.

-Tal como consta en los documentos del Centro de Rehabilitación que esta autoridad ha remitido y que consta en sus archivos, el PPL no registra ningún acto disciplinario que sea catalogado como grave o gravísimas, doy fe que el comportamiento de la persona privada de libertad ha sido ejemplar, es ese sentido conforme reposa en los archivos del Centro.

-JAM Le pregunto al director Pablo Yépez ¿si los traslados deben ser motivados y autorizados por el director del Centro de Rehabilitación, conforme el Art. 134 del reglamento de Rehabilitación Social, quiero saber si usted supo de mi traslado?

-Tal como ha sido manifestado en los informes de traslado, estos fueron generados por el SNAI. En mi calidad de máxima autoridad del Centro, no he dirigido, ni gestionado un informe para solicitar el traslado. Fui notificado por la máxima autoridad del SNAI, mediante un documento, este traslado fue realizado el fin de semana, avoqué conocimiento el lunes e inmediatamente se hicieron los documentos de notificación sobre este hecho.

-JAM Le pregunto al señor coronel Juan Piedra del CRS N° 3, ¿desde que llegué a ese Centro, me dieron la oportunidad de rehabilitarme?

-Como se ha mencionado, el CRS es restrictivo como lo establece la resolución N° 040, no permite la rehabilitación. En tiempo oportuno hemos solicitado al SNAI Quito para poder ver si se permite se autorice las actividades de usted, sin tener hasta la fecha respuesta.

-JAM Señor juez, solicito se ratifique la prohibición del traslado del 2021, en razón que mi situación de vulnerabilidad no ha variado, me encuentro en una cárcel de castigo, no de rehabilitación, sin haber cometido ningún delito, sin haber faltado a la autoridad. El director ha manifestado que no he tenido partes de indisciplina, o faltas de conducta… me ha costado esfuerzo, paciencia, dedicación y lucha por la rehabilitación… La sociedad juzga porque desconoce mi historial judicial, la prensa se permite desinformar, he retrocedido once años atrás al encontrarme en La Roca sin haber cometido ninguna falta… no debía ser trasladado sin tomar en cuenta la resolución del 2021. En este lugar no se me da facilidad para conectarme a mis clases de maestría, no han dado prioridad, me trasladaron a un calabozo donde no había baño, un baño tapado porque lo estaban reconstruyendo. Necesito se proteja mi vida, mi integridad, mi rehabilitación… Solicito que se conmine al SNAI para que respete la resolución de octubre del 2021 y se me devuelva al CRS N° 4 donde me encontraba… estoy cursando el cuarto nivel de estudios, en usted está la decisión y mi futuro señor juez”…

-Juez Poma: ¿Por qué presume que lo han trasladado?

-JMA: Por hacer las cosas bien señor juez. No he matado, no he secuestrado a nadie. A mí me trasladaron por hacer las cosas bien.

Fito 1

¿Qué entregó el SNAI en la audiencia?

Durante la audiencia telemática, el juez Poma Chamba pidió al SNAI los informes que justifiquen el traslado de su defendido citando el artículo 668.2 del COIP (Código Orgánico Integral Penal) y los establecidos en el Art. 9 del Reglamento de organización y funcionamiento de los centros de rehabilitación social para la población privada de libertad con necesidades de protección por seguridad.

Los funcionarios del SNAI respondieron que no los tienen, pero expusieron “de forma oral”, las disposiciones en las que se basaron para trasladar al reo de una cárcel a otra.

Sobre si existe un informe previo del equipo técnico de información y diagnóstico “motivados”, la respuesta fue que esos documentos están en el expediente del caso de apelación.

Poma exigió también los informes del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria y los partes de seguridad penitenciaria “que determinen la presunta participación (de Fito) en actividades delictivas, motines, graves alteraciones al orden con firmas de responsabilidad”. La respuesta fue que no existen.

Los delegados del SNAI presentaron la orden del traslado de Macías Villamar (memorando N° SNAI-STPSP-2023-3222-M del 12 de agosto de 2023) y el comunicado al director de la cárcel Regional para el traslado del preso (memorando N°SNAI-CPLRG-2023-0033-D del 14 de agosto de 2023). También el oficio del 23 de agosto de 2023, en el que el director de La Roca da a conocer el ingreso de Macías Villamar.

En la resolución final de Poma concluye que en lo entregado por el SNAI “no hay información relevante” que justifique el cambio de cárcel de Fito y tampoco demostró la necesidad del traslado como medida de seguridad del privado de libertad.

Tras está ‘maniobra legal’, José Adolfo Macías Villamar, regresó a la cárcel Regional el 12 de septiembre y el juez Poma en su resolución “prohibió” que Fito retorne a su ex celda “debiéndole asignar otra sin privilegio alguno”, que se garantice el acceso a medicinas por su hipertensión arterial y para que continúe sus estudios en la Universidad de Milagro, en la que cursaba una maestría, en octavo módulo.

Fito se graduó de abogado, en la cárcel, y según la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senecyt), obtuvo su título en la Universidad Técnica Particular de Loja. Está registrado el 5 de julio del 2023 con el número 1031-2023-2698027.

Pero Fito sí regresó a su antigua celda, donde una vez que desapareció y la fuerza militar entró al centro carcelario para un barrido de búsqueda confirmó que el narco estuvo ahí, en donde no solo planificó su escape, sino también gozaba de un sinnúmero de comodidades permitidas por las autoridades. Contaba con televisión, internet, alcohol, una cómoda cama tamaño Queen, una mini nevera y hasta un lugar con césped para su uso personal.

Meses atrás, también grabó un ‘narcocorrido’ que evoca su vida con imágenes del interior de la cárcel Regional y hasta un vídeo rodeado de custodios armados en el que ofreció entregar el armamento que las bandas delictivas poseen en las cárceles del país como un paso previo a la “pacificación”.

Nunca estuvo claro ¿por qué Fito pudo permanecer en una prisión de seguridad media en lugar de estar en un centro penitenciario de máxima seguridad, como La Roca?    

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Cómo llegó Ecuador a la guerra interna

Tras el operativo en que se detuvo a 31 personas vinculadas con el caso ‘Metástasis’, la fiscal Diana Salazar ya advirtió que la respuesta de los grupos delictivos será una escalada de violencia. Estos hechos y otros son relacionados en esta historia que explica cómo el Ecuador se hincó ante el crimen organizado

La secuencia de hechos que desencadenó la violencia, el miedo y la zozobra entre el 6 y 9 de enero es la siguiente:

1 Revelación del caso Metástasis, la orden de prisión preventiva en contra del exvicepresidente Jorge Glas

2 La fuga de Fito de la cárcel regional de Guayaquil

3 La investigación del contenido de la computadora de Glas como parte de la investigación por peculado a la Prefectura de Pichincha.

4 La captura del líder de Los Lobos Fabricio Colón Pico, alias el salvaje, acusado por la fiscal general Diana Salazar de querer atentar contra su vida.

5 La incorporación de nuevas preguntas a la consulta popular sobre la extradición de delincuentes ecuatorianos y las reformas a la ley de extinción de dominio para despojar a los delincuentes de activos de origen ilícito.

Alias Fito, líder de los Choneros y Fabricio Colón Pico se encuentran prófugos

Estos hechos no se dan por cuerdas separadas. Su relación es estrecha: el 14 de diciembre pasado, la fiscal general denunció que estructuras criminales utilizaban dinero obtenido de actividades ilegales para acceder a beneficios en sus procesos judiciales. El caso Metástasis revela los mecanismos utilizados para liberar a los condenados por narcotráfico con ayuda de la justicia. Estas estrategias delictivas para evadir a la justicia se realizaban con el apoyo de un grupo bien estructurado de abogados en libre ejercicio, jueces, fiscales, funcionarios del Consejo de la Judicatura y del Sistema Nacional Integral de Apoyo a Privados de Libertad, Snai.

El 3 de enero del 2024, la fiscal vinculó al caso ‘Metástasis’ a 8 personas más, entre ellos Xavier Jordán, millonario acusado de corrupción en hospitales públicos y hoy en la mira como posible autor del crimen de Fernando Villavicenio. En chats donde Leandro Norero (empresario procesado por nexos con narcotráfico) coordinaba con Jordán sobre negocios, aparecen reiteradamente las siglas RC y JG. Según la Fiscalía la red Norero tenía influencia al más alto nivel político, específicamente con personajes de la revolución ciudadana, como el exasambleísta Ronny Aleaga.

Capos: Xavier Jordán, empresario, inició sendos juicios contra todo medio y periodista que lo señaló en temas de corrupción, hoy, a la luz del caso Metástasis se sabe que fue el operador económico del narcotraficante Leandro Norero. Rony Aleaga, ex asambleísta de la RC, los chats revelados por la fiscalía lo señalan como operador (narco)político de Norero.

Luego, en un proceso por peculado, en el denominado caso Reconstrucción de Manabí, en contra del exvicepresidente Jorge Glas, el juez Luis Rivera de la Corte Nacional de Justicia, ordenó prisión preventiva para Glas y pidió a la Interpol su localización.

En otra investigación penal también por peculado en contra de la Prefectura de Pichincha en el que fue incautado un computador en la casa de Soledad Padilla, exasistente de Glas, se investiga su contenido como parte de las pericias del proceso. El origen de esta investigación penal son audios de conversaciones telefónicas entre Glas y Padilla, donde se evidencian que la Prefectura la contrató por influencia del exvicepresidente y le pagaba un salario, pese a que Padilla trabajaba realmente para Glas cuando estuvo en la cárcel.

Aunque Glas ha asegurado que el equipo incautado no es de él y que tampoco lo ha utilizado, se conoce del temor de las revelaciones a partir de los registros y datos que están en ese dispositivo. Las complicaciones judiciales de Glas llevaron a que el bufete de abogados belga Ius Cogens, de Christophe Marchand, que defiende a Rafael Correa, tome a cargo los procesos del exvicepresidente.

El pasado mes de noviembre Soledad Padilla sacó a la luz el acoso psicológico y abuso de poder que ejerció sobre ella el ex vicepresidente Jorge Glas, los hechos generaron un cisma en la revolución ciudadana y llevaron a la fiscalía iniciar una investigación por peculado, ya que Padilla confesó cobrar sueldo de la Prefectura de Pichincha pero trabajar para Jorge Glas que estaba preso. Las investigaciones llevaron a confiscar la MacBook Pro de Glas que debe ser explotada en la pesquisa.

El correísmo participa del unánime respaldo a Noboa

Luego del estado de excepción decretado, el 8 de enero, por el presidente Daniel Noboa tras los motines en seis cárceles, la respuesta de los grupos delincuenciales al día siguiente adquirió dimensiones nunca vistas que escalaron desde secuestros de 201 rehenes entre guías penitenciarios, personal administrativo y funcionarios del SNAI; explosiones de coches bomba en 12 provincias del país, robos, saqueos, tiroteos y la incursión armada en TC televisión, medio estatal que transmitía su noticiero en vivo, donde encapuchados armados tomaron como rehenes a periodistas, personal técnico y administrativo.

Los primeros intentos del gobierno actual por controlar la crisis ya se han teñido de sangre. Con esta incesante ola de ataques, mediante otro decreto Noboa declaró que el país se encuentra en un conflicto armado interno y tras calificar como terroristas a 22 grupos de delincuencia organizada, estableció que todo grupo terrorista es un objetivo militar.

La tarde del 9 de enero todas las fuerzas políticas de la Asamblea Nacional, incluyendo a la Revolución Ciudadana y los Social Cristianos, resolvieron apoyar al Gobierno de Noboa en materia de seguridad. Es más, cuadros del correísmo como la vicepresidenta de la Asamblea, Viviana Veloz, emitieron declaraciones reforzando tal discurso de respaldo.

El expresidente Rafael Correa también se ha pronunciado públicamente: “presidente Daniel Noboa, tenga todo nuestro total, irrestricto respaldo. Por favor, no ceda…Nuestras discrepancias políticas las discutiremos al día siguiente de la victoria. Hoy es momento de la unidad nacional”.

Esta postura, que es lo menos que se espera de la clase política en circunstancias tan críticas como las vividas, sí llama la atención si se recuerda que Correa nunca ha aceptado calificar como terroristas, ni siquiera a grupos como las FARC y además su gobierno firmó acuerdos de «pacificación» con bandas delincuenciales que operan en el país, los Latin King y Ñetas.

La pregunta siguiente es cómo relacionamos los discursos conciliadores con el caos que activan intermitente los grupos ahora calificados como terroristas y de algunos importantes personajes procesados e investigados por la justicia

Analistas consultados llaman a estar atentas sobre el estatus no solo de la situación en las cárceles sino también de fichas claves en los entramados de corrupción y el crimen como Jorge Glas, Fito y Fabricio Colón Pico.

¿Cómo escaló la violencia a los niveles que hoy tienen a Ecuador liderando estremecedoras cifras en la región?

Con una contienda electoral (octubre de 2023) teñida de sangre y un ambiente político en constante convulsión no solo por escándalos de corrupción, sino también por la bomba que ha significado las revelaciones de la penetración del narcotráfico en el tejido institucional del país, es importante saber cómo Ecuador se convirtió en un país tomado por las mafias de la cocaína, de la minería ilegal y de la corrupción. Unas mafias que según actores políticos y sociales y la misma fiscal general están vinculadas a los más altos círculos de la política y la institucionalidad del país. 

Los primeros indicios del accionar de bandas delincuenciales se dan en la década de los 90 con delitos como robos, asaltos y microtráfico. Los Choneros empezaban a figurar como una estructura cerrada que realizaba sus operaciones en las ciudades costeras de Chone y Manta (provincia de Manabí). Era una banda pequeña, organizada que al comienzo no tuvo vinculación con el tráfico internacional de drogas. Pero eso no tardó mucho en suceder. Su líder, Jorge Bismarck Véliz España, alias “teniente España” llevó a la banda a controlar el tráfico de drogas en Manabí.

La década del 2000 no solo fue de expansión para Los Choneros hacia el control de provincias como Santo Domingo, Los Ríos, Guayas y Pichincha, sino también de confrontación con bandas como la de Los Queseros por el control de las rutas del Pacífico.

La dolarización del Ecuador y el plan Colombia catalizaron el crecimiento de los grupos en el Ecuador. Durante el gobierno de Álvaro Uribe en Colombia se ejerció una fuerte presión en contra de las organizaciones narcodelictivas afectando sus operaciones. “Fue como comprimir a un gran globo hasta convertirlo en globos u organizaciones más pequeñas que se desplazaron hacia otros sectores”, explica el coronel Mario Pazmiño.

La dolarización del Ecuador y el plan Colombia catalizaron el crecimiento de los grupos en el Ecuador. Durante el gobierno de Álvaro Uribe en Colombia se ejerció una fuerte presión en contra de las organizaciones narcodelictivas afectando sus operaciones. “Fue como comprimir a un gran globo hasta convertirlo en globos u organizaciones más pequeñas que se desplazaron hacia otros sectores”, explica el coronel Mario Pazmiño.

Como consecuencia los líderes de los cárteles colombianos y mexicanos decidieron trasladar gran parte de su infraestructura delictiva hacia lugares con mejores condiciones para desarrollar el narcotráfico como: fronteras altamente permeables y altos niveles de corrupción, donde los jueces y fiscales puedan ser comprados y sea posible desde el cambio de identidad hasta el lavado de dinero. Los países que mejor se ajustaban a esos requerimientos fueron Venezuela desde donde sale el 15% de la producción de cocaína de Colombia, y Ecuador de donde sale el 75%.

Una singularidad explica ese nivel de salida de la droga por el lado ecuatoriano: la falta de controles en las fronteras, en los territorios marítimo y el espacio aéreo.

Incautación de drogas 2023. Foto: Policía Nacional

La posición geográfica también fue un factor importante para que las organizaciones criminales transnacionales escojan a Ecuador, por su cercanía al Canal de Panamá y Costa Rica.

Atraído por el potencial de la ruta por Ecuador el cartel de Sinaloa acentuó su presencia en el escenario nacional. Para movilizar la droga desde los departamentos de Nariño y de Putumayo necesitaban contactar con una banda local que les proporcione los servicios de protección de cargamentos, traslado vía terrestre hacia los centros de acopio, seguridad de los centros de acopio y traslado desde los centros de acopio hacia las plataformas internacionales.

La principal banda delincuencial reclutada fue de Los Choneros que pasó a formar parte de la estructura del crimen organizado transnacional.

Para entonces Jorge Luis Zambrano, alias rasquiña, asumía el liderazgo de Los Choneros.

El nacimiento de una narco-democracia

El bombardeo del ejército colombiano, el 1 de marzo de 2008, en el sector de Angostura (Sucumbíos) y que terminó con la muerte de un cabecilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, Raúl Reyes, abrió una caja de pandora para Ecuador.

Marzo de 2008, bombardeo en Angostura: fue el inicio de una serie de hechos que determinaron con claridad la presencia del narcotráfico en la política. Pese al grito de la prensa y la sociedad civil el Estado hizo oídos sordos. Foto: Archivo

Una Comisión de Transparencia investigó la incursión armada y las posibles vinculaciones de funcionarios del Gobierno de Rafael Correa con las FARC. Francisco Huerta Montalvo, coordinador de ese cuerpo colegiado, advirtió que: «se está convirtiendo a Ecuador en una narcodemocracia» (…) «todos los poderes del Estado» están siendo infiltrados por el tráfico de drogas.

Entre las conclusiones de la Comisión se reveló que los cuadernos encontrados en Angostura establecen vínculos del Gobierno de Correa con las FARC. Según la Comisión, el 15 de enero de 2008, Reyes escribió: “Definitivamente, tengo la certeza de que el Gobierno de Correa nos ha traicionado… Las dilatorias para la liberación de los prisioneros y el intercambio humanitario lo dejan claro. Solo les interesa negociar la merca”.

En la década del 2010 muchos integrantes de Los Choneros empezaron a ocupar las prisiones del país y su líder Rasquiña no fue la excepción. Fue detenido en 2011 por asesinato. Debía cumplir sentencia por 25 años en el Centro de Rehabilitación conocida como La Roca. En febrero del 2013 escapó de esa cárcel, pero meses después fue recapturado en Bogotá- Colombia.

Desde la cárcel Rasquiña volvió a liderar a los Choneros y afianzó su poder, especialmente en los reclusorios del país. Las operaciones de la banda se diversificaron hacia la extorsión, el robo, el tráfico de armas y el sicariato.

El informe policial ‘Evaluación situacional del entorno estratégico del narcotráfico en Ecuador 2019-2022’, dice que mientras Rasquiña dirigía los actos delincuenciales desde prisión también “logró reclutar más integrantes lo que permitió el surgimiento de subgrupos criminales como los Tiguerones, los Lobos y los Chone killer»

Todas estas organizaciones eran leales a Rasquiña, pero tras su asesinato, en diciembre del 2020, se desató una ola de violencia no solo en las cárceles sino también en los territorios donde operaban estas bandas.

Jorge Luis Zambrano, líder de Los Choneros, su asesinato a fines de 2020 resquebrajó la organización y dio paso al nacimiento de nuevas estructuras como Los Lobos, liderados por Leandro Norero. Foto: Archivo Ministerio de Gobierno

La muerte de Rasquiña es un punto de inflexión en la historia de los grupos locales de delincuencia organizada. Las 3 bandas mencionadas se unieron convirtiéndose en contrincantes de Los Choneros que fueron comandados por José Adolfo Macias Villamar (alias Fito), y Junior Alexander Roldán Paredes (alias JR), hasta que este último fue encontrado muerto en Colombia en mayo pasado, fue asesinado por uno de sus escoltas.

Fito es el actual líder de los Choneros desde la cárcel regional del Guayas.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga en un informe de 2022 sobre el narcotráfico a escala mundial, dice que Ecuador se convirtió en un centro de exportación de la droga. Por lo tanto, los actores internacionales del negocio aumentaron. Son cuatro cárteles: Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, cartel del Golfo y Comando Vermelho. Esta última organización pertenece a la mafia brasilera.

Desde 2021 hasta finales de 2022, las disputas por territorio y poder han terminado en atroces crímenes en las principales cárceles del país y en lugares críticos de Guayaquil y toda la Costa porque en esas zonas funcionan el suministro, el acopio y el envío de la droga.

¿Quiénes son las nuevas facciones de las bandas carcelarias?

La facción conformada por los Tiguerones, los Lobos y los Chone Killer dan a los cárteles los servicios de acopio, seguridad y salida de la droga. Su modus operandi se identifica por la falsificación de identidad de funcionarios públicos, incluidos policías. Mediante el empleo de mucha violencia logran ingresar a los territorios y matar a sus enemigos.

El exministro del Interior, José Serrano, junto con los Latin Kings, pese a no estar en el Ecuador por las decenas de investigaciones por corrupción hoy goza de información privilegiada sobre el crimen organizado, aún posee importantes vasos comunicantes en la policía.

Los verdaderos jefes siguen intocados

Las cabezas del crimen organizado que opera en Ecuador siguen lejos de los reflectores e intocados a criterio de Luis Córdova, coordinador del programa de investigación, Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central del Ecuador.

Desde la perspectiva de este experto mucho de lo que se conoce sobre los grupos nacionales y transnacionales dedicados al narcotráfico se basa en informes de inteligencia policial que se han limitado a identificar y clasificar a las bandas locales. Pero es importante diferenciar el nivel de las pandillas, que han crecido enormemente, a nivel de las redes de crimen organizado donde tienen enorme presencia actores empresariales, políticos y funcionarios públicos, quienes conforman las mafias que operan desde el Estado para dar seguridad y protección a las redes criminales.

Córdova considera que al entender la configuración de estos niveles de la criminalidad se puede entender el mapa criminal del país donde las pandillas surgen ante la ausencia o la fractura familiar o ante la falta de educación. “Cuando hay ausencia de instituciones que puedan articular tejidos, relaciones sociales con niños y adolescentes, es mucho más probable que, en un entorno de violencia estructural, comiencen a constituirse pandillas”.

Luis Córdova / coordinador del programa de investigación, Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central del Ecuador.

Por ello Córdova cuestiona que se quiera posicionar la idea de que Los Choneros, los Lobos o los Tiguerones son los carteles y que los líderes de esas organizaciones son los capos. “Esto se posicionó con la narcocultura construida en torno a la figura de Pablo Escobar, pero los verdaderos jefes están muy bien vestidos, cenando en los mejores hoteles de Guayaquil y Quito, viviendo en los mejores barrios y bien protegidos”, asegura.

Esta estructura que opera al más alto nivel no se está identificando y por eso el crimen organizado sigue intocado, sigue creciendo y la violencia aumenta, según el analista, quien sustenta sus afirmaciones en que la misma dinámica ocurre en México y Centroamérica.

Córdova agrega que las masacres carcelarias en Ecuador han sido un recurso que ha cumplido un ciclo político, pues no es casual que se hayan ejecutado en momentos coyunturales de la política nacional. “Diría que esas masacres son permitidas porque hay un alineamiento entre las pandillas carcelarias que ponen la carne de cañón, las redes criminales que necesitan visibilizar la violencia para presionar por cambio de políticas o cooptar más autoridades, y las mafias estatales que permiten que ingresen las armas a las cárceles para operativizar las matanzas”.

Ex asesor del Banco Central usa información reservada para comprar irregularmente un departamento de lujo

Imagine amable lector que con apenas $5000 dólares de entrada pueda adquirir un departamento en uno de los edificios de la zona de mayor valor de Quito. Imagine también que la entidad estatal para la usted trabajó, le prestó el resto del dinero para pagar el departamento. Finalmente imagine que usted fue funcionario del mismo organismo que guardaba en reserva los datos de ese departamento.

El uso de esa información privilegiada tiene un nombre,  Mauro Alejandro Naranjo Benítez,  pero sobre todo tiene un perjudicado: el empresario Pablo Maya Rivadeneira, dueño del departamento, que desde el feriado bancario nunca dejó de cumplir las obligaciones de pagos que le exigió la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) y más tarde el BCE.

Él asegura que nunca pudo recuperar el bien, a pesar de haber pagado el crédito original.

Maya Rivadeneira perdió su departamento en un remate realizado en Guayaquil, sin que tenga conocimiento. El departamento pasó a manos de un funcionario del Banco Central del Ecuador, MauroNaranjo Benítez. Aquí la historia.

El 21 de marzo de 2018 la Fiscalía General del Estado receptó la denuncia de Pablo Alejandro Maya Rivadeneira y Marco Vinicio Antonio Tamayo Lalama por el delito de falsedad de información financiera y otros delitos conexos.

La denuncia 1701018033139 detalla cómo Karla Jeannine López Solórzano fue usada como testaferro por su pareja sentimental Mauro Alejandro Naranjo Benítez, miembro de AP, exasesor de la expresidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, y también de la Superintendencia de Bancos y del Banco Central del Ecuador.

Naranjo Benítez fue asesor de la Gerencia General y como tal accedió a información privilegiada del Banco Central del estado legal y financiero de varios bienes inmuebles que se encontraban en garantía desde la crisis bancaria del 1999.

Con información en mano escogió un departamento de lujo ubicado en la av. González Suárez, en Quito valorado en $200.000., lo llevó a remate en Guayaquil, en un proceso por demás oscuro y lo adquirió en $50.000 con crédito directo del Banco Central, a cinco años plazo y apenas con $5.000 de entrada.

Es uno de los cientos de casos registrados por el Colectivo de Deudores de Buena Fe, que desde hace 18 años se han visto impedidos de pagar sus obligaciones y han vivido prisioneros de las acciones corruptas de la entonces Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), Banco Central y actualmente la llamada Compañía de Servicios Auxiliares de Gestión de Cobranzas, Recycob.

Documento de la denuncia en la Fiscalía de Pichincha.

El departamento

En 1996 la empresa Taguachips fabricante de botones de tagua para exportación, que llegaban a mercados como el Asia y Turquía, realizó un crédito en sucres al Banco del Progreso por un equivalente a $65.000. Por este préstamo Taguachips dejó en garantía real el departamento en la avenida González Suárez de propiedad de Maya Rivadeneira.

La compañía había cancelado capital e interés por tres años, la empresa generaba ingresos y crecía. Además daba trabajo a más de setenta personas. Era un emprendimiento en marcha.

A la fecha del cierre del Banco del Progreso el pago total por ese crédito fue del 45%. “Ya solo quedaba por pagar $29.000”, cuenta Maya en 2019.

En lugar de que la AGD proceda a reestructurar las obligaciones de la empresa y brindar una solución, arrancaron procesos coactivos y fueron tras los bienes en garantía, que parecía un frenesí de cobros como una acción que suplía el mal accionar de los banqueros sobre quienes tenían deudas.

“Fue terrible, cuando ocurrió esto nos quedamos sin poder operar. Y pasamos a ser perseguidos y extorsionados con llamadas de funcionarios y juicios de coactivos ilegítimos”, recuerda.

Notificaron a todos los bancos la condición de morosos a pesar de haber mantenido la calificación “A” como deudores de empresa, que tenía incluso cartas de crédito a su favor en el Banco del Progreso off shore pero que nunca se lograron registrar y se dieron con los años por perdidas.

Mauro Alejandro Naranjo y Karla Jeannine López

Cuando la AGD inició los cobros a Taguachips, esta había quebrado y liquidado por los problemas del feriado bancario.

Maya pidió una solución con la dación en pago de la deuda mediante la entrega definitiva del departamento en garantía, pero la AGD nunca realizó un avaluó real y peor el reconocimiento de todo lo pagado. “Nosotros proponíamos soluciones y reestructuración, pero jamás nos contestaban”, en la misma condición le sucedió a la mayoría de los deudores del feriado bancario.

“En lugar de preocuparme porque mis empleados tengan mejores condiciones de vida con el desarrollo de mi empresa, tuve que pasar días enteros en las instalaciones de la AGD recibiendo maltratos con un juicio coactivo en el que no había solución y enfrentando una prohibición de salida del país”.

Miles de deudas sin poder cobrarse y sin voluntad política para encontrar una salida técnica a este problema. “Ahora, en 2019, existen 14 mil casos, en ese entonces el número tiene que haber sido diez veces más”.

La AGD no respondió a esos pedidos, de hecho, el juicio fue declarado nulo por las irregularidades hasta 2009 cuando Naranjo identificó el bien inmueble. Para Pablo Maya fue la continuación de un problema que empeoró porque perdió el bien y siguió endeudado. Según la denuncia de Tamayo y Maya en 2010 se conoció que la entonces gerente del Banco Central en 2010, Hilda de la Torre, trasladó el caso del juzgado de coactivas de Quito al de Guayaquil. “Llegamos a enterarnos que sin nuestro conocimiento y sin que hayamos consentido o prorrogado expresamente la competencia de la causa que tuvo origen y se radicó en Quito” por resolución de la Superintendente de bancos, Gloria Sabando, terminó rematándose en Guayaquil de la mano de la gerente del BCE, Hilda de la Torre.

Hall de ingreso al edificio en la exclusiva zona de la avenida González Suárez en Quito; posee acabados en madera de chanul.

De la información que se ha podido recabar Naranjo Benítez era asesor de la gerente y por ello tuvo acceso a la información del departamento que luego se adjudicó.

Así los funcionarios de coactiva ordenaron el embargo del departamento y avaluaron el inmueble en $42.000. Es decir, luego de 10 años se dio paso al nuevo avalúo del bien (realizado por Gonzalo Beltrán Torres), pero con el objeto de rematarlo a favor de Naranjo.

Al tiempo que Maya perdía su inmueble de manera amañada por la AGD, su salud se deterioró y enfrentó problemas en el colon y un trastorno nervioso, ambos provocados por la situación de estrés al que estaba sometido.

El remate

Aprobado el avalúo el 24 de febrero de 2011 el juez de coactivas remató el inmueble y adjudicó a Carla López Solorzano, novia de Mauro Naranjo, por $51.000 pagaderos a cinco años.

En Guayaquil, en abril de 2012, cuando el departamento fue rematado y consolidado a favor de la novia de Naranjo, el juzgado de coactiva de Quito pidió nuevamente que el caso sea remitido otra vez a su sede en Quito. “Era para que yo no conozca” dice Pablo Maya. El abogado de coactivas en aquel entonces era Juan Posligua Aveiga y Roberto Gómez.

El departamento estuvo deshabitado desde que lo compraron. Según los guardias del edificio consultados por Maya, Naranjo pagaba las alícuotas de la vivienda sin habitar el mismo, un par de meses luego del haber obtenido el departamento en remate se mudó allí.

Para el 13 de marzo del 2019, luego del impulso que ha dado Maya a su caso, se logró que la fiscalía llame a rendir versiones como parte de la etapa de indagación previa, a quienes se apropiaron del departamento en la av. González Suárez: Mauro Alejandro Naranjo Benítez y Karla Jeannine López Solórzano. Ambos se acogieron al derecho al silencio y no se pudo obtener los testimonios.

Acusado de violación y muerte de Carolina va a juicio en septiembre y ‘El Abuelo evade’ exámenes psicológicos

Foto: Diario La Hora

El asesinato de Carolina, una adolescente de 15 años llevó al develamiento de una red de trata liderada por un hombre conocido como “el abuelo”, alto ejecutivo de empresas petroleras en el país.  No obstante los procesos derivados por la violación y asesinato de Carolina y aquellos por la red de trata tomaron caminos separados a partir de la estrategia de formulación de cargos por parte de los fiscales correspondientes.  La Fiscalía no recibió bien las críticas realizadas en redes sociales a su estrategia de manejo del caso. La liberación de algunos de los inicialmente implicados, ya sea porque fueron sentenciados a medidas sustitutivas o porque se dio dictamen abstentivo originó críticas que fueron respondidas con un comunicado por parte de la Institución.

El sexto y último implicado en el delito de violación con muerte de Carolina A. en agosto del 2018, Christian Giler, alias ‘Careniña’, enfrentará la audiencia preparatoria de juicio y sustentación de dictamen el próximo 12 de septiembre y de ser culpable, enfrentaría una pena de 22 años de reclusión, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP).

Giler enfrenta la acusación por este delito a pesar de que los resultados de la segunda autopsia realizada a Carolina A. sustentaron la figura de femicidio.

El COIP tipifica en su artículo 141 el femicidio y el 142 establece los agravantes como: Haber pretendido establecer una relación de intimidad con la víctima; que haya existido entre el sujeto activo y la víctima relaciones de noviazgo o amistad; y que el cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público. La pena máxima es de 26 años de reclusión.

Estos agravantes existieron: Carolina A. fue reclutada por Giler en el sector del Comité del Pueblo, se convirtieron en novios y la joven recibió agresiones físicas y sicológicas, fue inducida a la droga y al alcohol y obligada a grabar videos con contenido sexual. El 26 de agosto del 2018 fue violentada y asfixiada y luego lanzada en un terreno baldío del mismo sector en el que ella y Giler se conocieron.

La fiscal de Violencia de Género que arrancó con el caso, Mariana Huilcapi, solicitó la segunda autopsia, pero fue removida abruptamente a otra Unidad Fiscal antes de recibir los resultados del examen.

El ex abogado de la madre de Carolina, Milton Castillo, señaló que la fiscal Paola Córdova, quien reemplazó a la fiscal Huilcapi, “tenía en sus manos la decisión de aplicar los protocolos para configurar los dos delitos (violación más femicidio) porque ya contaba con el testimonio de otras víctimas y con los resultados de la segunda autopsia que confirmó que Carolina fue asesinada de forma brutal y echó abajo el informe de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas y Desapariciones (Dinased) que concluía que murió de forma natural”.

En etapa de instrucción fiscal se define con claridad si es o no femicidio y en audiencia de juzgamiento se presentan todos los elementos para configurar el delito. “En el caso de Carolina se cuentan con todos esos elementos: Carolina (la noche antes de su muerte) estaba rodeada de adultos, en un ambiente de alcohol, en una condición de vulnerabilidad por ser mujer y menor de edad; los fiscales tenían la obligación de considerar esa vulneración”, refirió Castillo.

Mayra Tirira, del Colectivo Vivas Nos Queremos, considera que en el caso Carolina y otros que se han hecho públicos, existen muchas deficiencias partiendo desde los agentes de la Dinased que carecen de conocimientos, protocolos y metodologías específicas para realizar los levantamientos de cadáveres con enfoques de género; hasta los operadores de justicia que no tienen una clara comprensión del  tipo penal de femicidio.

“Normalmente lo que asocian todos los fiscales, jueces y tribunales es que para que exista femicidio, tiene que haberse dado una relación de poder en el marco de una relación de pareja o ex pareja. Entonces todos los casos de femicidios sexuales no se sancionan como tal, sino por otros tipos penales porque no pueden demostrar, aún en caso de violaciones que existió una relación de poder y peor justificar la razón de género en ese asesinato. Ellos, no tienen mirada de género, no saben cómo calificar y necesitan conocer bien la ley y el marco interpretativo en  relación a los otros tipos penales”, detalló Tirira.

Ninguno de los fiscales que estuvieron a cargo del caso Carolina A. consideraron el delito de femicidio como una opción y sentenciaron a los implicados por otros delitos menores que, según el Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia, son sancionados con penas socioeducativas para los menores de edad.

Es el caso de Yulexi T. y Dejaneira C., quienes fueron sentenciadas (con Código de la Niñez y Adolescencia) el pasado 5 de junio por fraude procesal (ocultar indicios al limpiar el cuerpo de Carolina A. y la escena del crimen) y deberán cumplir medidas socioeducativas que consisten en un llamado de atención verbal, la obligación de acudir a reuniones psico-socio familiares y un año de libertad condicional.

Castillo cuestionó al fiscal de menores Arturo Gordillo por no dar paso a sus argumentaciones para la reformulación de los cargos basándose en los relatos escalofriantes de las chicas. Una de ellas, según dichas versiones, se besaba con su novio Antony M. al pie del cadáver de Carolina A.; las dos menores lavaron el cuerpo, la vistieron con otro pantalón porque el de Carolina se llevó una de las menores de edad (la prenda fue utilizada posteriormente, según un video que la familia de la asesinada entregó a la Fiscalía), y luego -junto con Giler y Antony- lanzaron el cuerpo en un terreno abandonado.


El cuerpo de Carolina A. fue arrojado el 26 de agosto del 2018 en un terreno baldío del sector del Comité del Pueblo. Existe un video con los involucrados que se encuentra en la Fiscalía.

Antony M., también menor de edad, fue sentenciado (con Código de la Niñez y Adolescencia) por violación con muerte en el caso de Carolina A. y recibió 8 años de reclusión. Él se negó a todas las pericias ordenadas por la Fiscalía como la entrega de muestras de sangre, exámenes psicológicos, reconocimiento de lugares de los hechos y perfil de identidad para compararlo con los videos de contenido sexual que se encuentran en cadena de custodia. En uno de sus testimonios, el joven relató que tuvo relaciones consensuadas con Carolina A., pero -según su versión- no hubo violencia y negó tener participación en el asesinato. Apuntó como culpable a Giler.

Los jóvenes Jonathan P., considerado también como reclutador de la Red de Trata, y Víctor Hugo Ch., dueño de un bar-restaurante donde llevaban a las menores de edad para emborracharlas en algunos casos, fueron liberados de toda culpa.

Según la Fiscalía, Jonathan y Víctor Hugo, estuvieron con Carolina A. el día anterior a su fallecimiento, pero no durante su violación y muerte. Ellos dieron consentimiento para que se realizasen pruebas de ADN; al comparar sus muestras con los fluidos de Carolina A. no hubo ninguna vinculación y se descartó su presencia física en la escena del crimen, que fue la casa de Christian Giler, y su participación en las agresiones sexuales, según el informe pericial genético forense.

En su testimonio, Jonathan dijo que el 26 de agosto acudió a casa de Giler, pero nunca ingresó a la vivienda y se fue con su amigo a comer encebollados. Pero Milton Castillo, ex abogado de la madre de Carolina A., sostuvo que según uno de los relatos de Giler -registrado en audio y que consta en el expediente- “Jonathan alias ‘Dedos’ sí ingresó a casa de Giler, pero a este personaje se lo protege, impidiendo desde la Fiscalía que cuente todo lo que sabe”.

Castillo insiste en que los fiscales a cargo del caso nunca llevaron una línea investigativa para descubrir la verdad y a los responsables de la muerte de Carolina A. “El caso de Víctor Hugo Ch. la fiscal Paola Córdova lo tuvo guardado alrededor de tres semanas y luego la fiscal Alejandra Sigcha no analizó ni estudió a fondo su participación antes de dejarlo libre”.Christian Arellano, uno de los abogados del equipo jurídico que representa a la madre de Carolina en este caso de violación con muerte, señaló a MilHojas que su representada aceptó los últimos dictámenes abstentivos de la fiscal provincial de Violencia de Género, Alejandra Sigcha Orrico, y del juez de Garantías Penales de Pichincha, Telmo Molina Cáceres, y por tanto no los apelará, pero insistió que llegarán hasta las últimas consecuencias para descubrir y exigir castigo para quién mató a Carolina A.

Giler, alias ‘Careniña’, según los testimonios y reconstrucción de los hechos en la etapa de instrucción fiscal, se encontró con Carolina A. en el bar-restaurante de Víctor Hugo Ch. la noche antes de su asesinato (25 de agosto de 2018); bailaron, tomaron cervezas y se trasladaron a la casa de Víctor Hugo Ch. en donde permanecieron hasta la madrugada. Giler, Antony y Carolina se dirigieron luego a casa de Giler.
En la versión de la madre de Giler se detalla que, aproximadamente a las 06:00 de la mañana del 26 de agosto del 2018, “se encontraban en el cuarto de Christian una chica y un chico acostados en la cama; ninguna persona adicional”. Giler también se ha negado a entregar sus muestras de fluidos para cotejar con las encontradas en el cuerpo de Carolina A.

Abogados de alias «El Abuelo» bloquean examen psicológico

Dentro del proceso que sigue la investigación del delito de Trata de Personas, derivado del asesinato de Carolina A., la Fiscalía ordenó -el 24 de julio pasado- a la Unidad de Servicio de Atención Integral que remitiera copias certificadas de todas las denuncias contra los reclutadores de menores Julio Erazo, Christian Álvarez y Jonathan P. a la Unidad de Delincuencia Organizada Transnacional e Internacional.


Royce Phillips , alias ‘El Abuelo’, investigado por liderar la Red de Trata en la que Carolina A. había sido reclutada. Foto: Captura de video Teleamazonas

Sin embargo, no logra que se realice el examen psicológico y de rasgos de personalidad a Royce Phillips, alias ‘El Abuelo’, investigado por liderar la Red de Trata en la que Carolina A. había sido reclutada. Como estrategia de defensa, sus abogados estuvieron ausentes en las citaciones fiscales del 26 de abril, el 9 de mayo y el 22 de julio; decidieron entonces incumplir con esta diligencia solicitada por la Fiscalía.
En un último intento, la Fiscalía contrató a una traductora al inglés para realizar el examen a ‘El Abuelo’ el 5 de agosto próximo e hizo un llamado de atención a los abogados recordándoles que es una “obligación comparecer a todas las diligencias”. Ordenó además que los resultados del examen “sean entregados de forma urgente ya que la instrucción fiscal está a punto de fenecer (11 de agosto)”.

Estos resultados se juntarán a las pericias de los dispositivos electrónicos (teléfonos, discos duros, computadoras) que fueron incautados en marzo pasado, cuando se detuvo a ‘Careniña’ y a ‘El Abuelo’, y que se encuentran en resguardo, según fuentes policiales que prefirieron no identificarse debido a la reserva ordenada por la Fiscalía General en junio pasado.

Dichas fuentes confirmaron que decenas de videos de contenido sexual y fotografías fueron encontradas en los dispositivos electrónicos de los implicados, muchos de ellos grabados en las dos habitaciones de la vivienda que Phillips alquilaba y que, según testimonio de las víctimas, era donde ‘El Abuelo’ les ordenaba ingresar para tener sexo grupal.

Según el Sistema de Registro de Víctimas de Trata de Personas, entre enero del 2017 y julio del 2019 se registraron 332 víctimas, el 27% de éstas en Quito (88 víctimas de hasta 35 años de edad).
El caso Carolina A. reveló la existencia de esta Red de Trata que operaba desde el 2015 en el sector del Comité del Pueblo (norte de Quito), pero también evidenció la inacción judicial en otros casos de violación en los que miembros de esta Red estarían también involucrados.

Fiscalía reacciona a críticas en twitter

La Fiscalía General del Estado no acepta críticas. En un boletín escueto emitido el 11 de julio pasado, rechazó los cuestionamientos que le hicieron usuarios de Twitter sobre su accionar en el denominado ‘caso Carolina’ y aclaró que en el proceso por el delito de Trata de Personas con fines de explotación sexual -por el que se investiga a Giler y al estadounidense Royce Phillips- “se han formulado cargos y están vinculadas cinco personas”.

La indignación de los tuiteros surgió por la difusión de informaciones originadas por la Fiscalía que confirmaban que tres menores de edad habían sido vinculados al proceso de investigación sobre el delito de Trata de Personas; jóvenes que reclutaban a menores de edad para embriagarlas, drogarlas y grabarlas en videos de contenido sexual, dentro de la vivienda de Royce Phillips alias ‘El Abuelo’, y que sin embargo recibieron medidas cautelares mientras dure la investigación. Ahora, se presentan periódicamente ante un juez y tienen prohibición de salida del país; mientras a otros dos implicados en la investigación del caso de violación con muerte de Carolina A. se los liberó de toda culpa.

¿Quiénes son los vinculados en el delito por Trata de Personas? Carlos Julio Erazo, quien aparece en una serie de videos publicados en Facebook junto a su jefe Royce Phillips en diferentes lugares: discotecas, la casa de Giler, bares, restaurantes, reuniones de grupo y en la vivienda rentada por el estadounidense en el sector del Quito Tenis, donde se jacta de tener droga; Christian Álvarez, un joven investigado por la violación a una menor de 16 años luego de drogarla; por este caso, personas cercanas a Álvarez han amenazado de muerte a la menor y a sus familiares si continúan con el proceso. Y Jonathan P., otro de los reclutadores de la Red de Trata, según testimonio de las menores de edad recogidos por la Fiscalía.

“La Fiscalía rechaza categóricamente que se utilicen cuentas falsas para causar conmoción social y desvirtuar las actuaciones de la institución, cuya prioridad es velar por los derechos de las niñas, niños y adolescentes y por todos los casos que se investigan y que ninguno quede en la impunidad”, detalló el boletín que también se difundió en la misma red social.
El caso Carolina fue conocido por su difusión en las redes sociales. El 9 de marzo del 2019, la cuenta de Twitter del usuario @BorisVianll dio los primeros detalles: “#CasoCarolina 15 años violada y asesinada. Un video en posesión de la @FiscalíaEcuador muestra a los tipos tirándola cual basura. Los asesinos están libres @DefensorPuebloE se niega a ayudar a la familia”.

La Ministra del Interior María Paula Romo, al siguiente día se comprometió, también por Twitter, a pedir información y agradeció al usuario “por la alerta”. Y ese mismo día, la ex fiscal general Ruth Palacios se dirigió a @BorisVianll para solicitarle información sobre el caso para revisarla.

Siete días después se realizó la primera audiencia de formulación de cargos para los seis involucrados: Careniña, Antony M., Jonathan P., Víctor Hugo CH., Yulexi T. y Dejaneira C. Luego de que durante ocho meses, autoridades fiscales y policiales dilataran las investigaciones.