Consulta 2011: cómo tapar el fraude con un escándalo cualquiera (3)
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mh |24 de noviembre de 2015
Al día siguiente, Simon fue clave
El 8 de mayo, ante la obligación de abrir las urnas y contar voto a voto para subsanar las actas que no fueron validadas, el presidente Omar Simón ideó un instructivo mal llamado “para proceder al reconteo de los votos”, que en los hechos evitó el reconteo de votos.
Imagen: el presidente, Rafael Correa, entrega las preguntas de la consulta a Omar Simon, en 2011. El 10 de marzo de 2014, Simon fue nombrado secretario personal de Correa en la Presidencia.
En ese instructivo dictado por Simon se evidenció que la Dirección de Sistemas del CNE ya contaba con el reporte de inconsistencias en cada provincia, es decir ya se conocía a ciencia cierta todos los problemas.
El contenido de esa guía fue elaborado para evitar abrir las urnas, un ejemplo: “Si la inconsistencia numérica es porque el total de votos emitidos por las opciones: SI, NO, BLANCOS y NULOS, es mayor al número de votantes se recurrirá al segundo ejemplar del acta de escrutinio o auxiliar de escrutinio para verificar dicha información”.
Es decir, comparar las actas originales, guardadas en las ánforas, con las copias presentadas para su registro en las juntas de escrutinio. Pero eso no solucionaba el problema al ser un número tan grande de inconsistencias.
El instructivo fue violatorio a la Constitución porque el presidente del CNE no estaba facultado para dictar procedimientos o normas obligatorias para el escrutinio.
Frente a los hechos surgió otra pregunta: ¿Cómo aceptó el sistema informático tantas inconsistencias? La consejera del CNE Marcia Caicedo aseguró que software fue reprogramado para aceptar inconsistencias en Santo Domingo de los Tsachilas.
Video: Marcia Caicedo, entonces consejera del CNE, aseguró que el sistema de los escrutinios fue reprogramado.
Los hechos provocaron una denuncia de los partidos políticos a los observadores de la OEA donde se le hacía conocer esta anomalía a y se exigía que todas las actas no validadas tengan el tratamiento de actas suspensas y se cuente voto a voto.
En el informe de la OEA de agosto de 2012 se dijo: “Entre las provincias que registraron mayor número de actas con novedad se encontraron Los Ríos, Manabí, El Oro, Esmeraldas y Santo Domingo, las cuales se demoraron 7 días en finalizar el proceso de escrutinio y transmisión de datos. Es importante resaltar que las provincias de Pichincha y Guayas se vieron en la necesidad de pedir una prórroga excepcional al haber pasado el límite legal de presentación de resultados demorándose hasta el 18 y 19 de mayo en la revisión y transmisión al CNE. La cantidad de actas con errores en estas dos provincias llegaron al 74% y 72%, respectivamente”.
Bajo esas consideraciones de error, ¿cómo es que el CNE se atrevió a dar resultados del conteo rápido la madrugada del 8 de mayo, seis horas después de que se cerraron las urnas?
Antes del anuncio de esa madrugada, el oficialismo, con Rafael Correa a la cabeza, se mantuvo reunido en la sede de PAIS, lugar donde pocas horas antes festejaban.
Imagen: A la izquierda, Galo Mora, y a la derecha su gran amigo Ricardo Patiño, canciller de la República.
En esa madrugada Galo Mora, entones coordinador del movimiento de gobierno, brindó ciertas declaraciones a la prensa que únicamente quedaron registradas en el portal coberturadigital.com.
—¿Esto se convirtió en un margen muy estrecho? —le preguntó un periodista a Galo Mora.
—Todos hemos confiado en el exit poll, toda la prensa, nosotros, creo que también la oposición —dijo Mora—. Cuando el CNE da otros datos obviamente causan una preocupación de conocer porque esos datos no coincidieron, podemos tener una específica determinación de la diferencia, pero en todo caso es a favor del presidente.
—¿Se puede pensar en error del exit poll? —preguntó la prensa.
—Puede hablarse, pero esperemos mañana —contestó Mora—. Quizá el hecho de tener 10 preguntas pueda haber incidido en la encuesta pero tendremos una proyección, dado el ingreso de Guayas, Manabí, Los Ríos, El Oro, Esmeraldas, que no han llegado en un gran porcentaje a incrementar la votación por el Sí.
Pero entonces nadie pensaba que los cálculos de los resultados se realizaron sobre actas con inconsistencias numéricas.
El enorme número de actas declaradas con novedad y suspensas obligó a los sujetos políticos en Guayas como en la Delegación Nacional a demandar públicamente se entregue un consolidado con detalle de cada Junta Intermedia de Escrutinio donde se indique número de actas totales, de actas válidas, con novedad, suspensas y nulas.
Pero en Guayas se rehusaron entregarlo. Justificaron señalando que a los delegados de cada partido se les entregó resúmenes de cada acta. Se dijo que no tenían capacidad de hacerlo porque todo el proceso de cómputo estaba centralizado en Quito y que por tanto la junta de Guayas no estaba en posibilidad.
La falta de datos contrastaba con los hechos de elecciones anteriores, cuando el Consejo Electoral del Guayas entregaba cortes hora por hora de todo lo digitado, diferenciando lo nacional y lo local. Los sujetos políticos iniciaron la tarea de armar su propio consolidado a partir de la información parcial recuperada por sus delegados a las Juntas Intermedias de escrutinio.
Entonces iniciaron la titánica tarea de explicar a la opinión pública qué sucedía. Pero ninguno tuvo éxito ¿Cómo un hecho que fue denunciado con fuerza por las organizaciones políticas no pudo sustentarse? La posible respuesta es que los hechos que daban como ejemplos no parecían representativos de la situación local y mucho menos nacional.
El periodista Carlos Vera Rodríguez, por ejemplo, se tomó el tiempo necesario para tratar de explicar qué sucedió en un video colgado en su canal de Youtube. Pero fue en extremo fácil perderse en las cifras de una parroquia determinada.
El error en el conteo de votos de cada una de las 17.000 mesas fueron provocado, supuestamente, por la falta de capacitación de los miembros de las mesas electorales.
Imagen: Facsímil del informe de la OEA donde se explica que no se utilizó el sistema del CNE.
El informe de la OEA dijo que el CNE distribuyó un manual para los miembros de las Juntas Receptoras del Voto, que narraba la metodología para contabilizar los votos pregunta a pregunta. “Se observó que determinadas JRV utilizaron su propio sistema dado el volumen de votos a escrutar, no cumpliendo con el instructivo del CNE. Además, el diseño del acta de escrutinio carecía de un casillero que totalizara los votos de cada una de las preguntas que permitía cotejar numéricamente la cantidad de opciones en cada pregunta (SI; NO; NULO o BLANCO) contra el total de votantes. La falta de preparación, el diseño de las actas, el número de papeletas y número de preguntas a escrutar, fueron factores que contribuyeron a la lentitud observada en el proceso de escrutinio”.
Se puede agregar que a los procesos de capacitación solo llegó al 33% de los integrantes de las JRV. “En las provincias de mayor caudal electoral (Azuay, Guayas, Pichincha, Manabí y Los Ríos) los promedios capacitación fueron menores aún, quedándose en torno al 25%”, expresó la OEA.
Imagen: La rueda de prensa en la que Omar Simon no pudo explicar el retraso en el conteo rápido y las inconsistencias.
Todo esta información nunca logró consolidarse en el debate público, los medios de comunicación no alcanzaron a comprender la gravedad de los hechos, por tanto los principales denunciantes fueron silenciados.
A medida que los partidos políticos reunieron información comprendieron que las irregularidades perfeccionaban el fraude, por ejemplo actas desaparecidas o simplemente actas falsas. En la Junta Intermedia de Guayaquil de la Red Ética y Democrática identificó 220 actas menos. A su vez, la Delegación Provincial del Guayas (que funcionó como junta intermedia para algunas parroquias) en cambio aumentó su número de actas totales. Originalmente eran 759 actas, de pronto eran 1250.
Carlos Vera en su canal de Youtube brindó datos importantes: en diversos centros de votación se perdieron decenas de actas que luego aparecieron sin explicación en la Junta Provincial del Guayas, fueron 491 actas, que en votos significan 196 400.
Eso quedó también evidenciado en el informe OEA: “Es importante resaltar las medidas de seguridad para el traslado de las actas desde los centros de votación a las Juntas Intermedias de Escrutinio. Los miembros de la policía nacional fueron los responsables de recolectar, acopiar, transportar los sobres cerrados que contendrán las Actas de Escrutinio…se observaron que en determinados casos los policías de acopio no portaban las respectivas cédulas de identidad y trasladaban las actas dentro de bolsas de plástico corrientes”.