La estafa bielorrusa
Belorusneft es la empresa estatal petrolera de Bielorrusia que tiene en su poder el campo Armadillo en la Amazonía ecuatoriana. Desde que la Revolución Ciudadana, le abrió la puerta para extraer el crudo se ha perjudicado y estafado a decenas de empresas nacionales.
El pasado 26 de febrero Carlos Rabascall, binomio del candidato a la presidencia Andrés Arauz por la alianza correísta Unión por la Esperanza (UNES), reveló que se reunió con funcionarios y empresarios de Bielorrusia con el fin de promover inversiones en sectores estratégicos.
Las promesas de inversiones bielorrusas datan de la época de Rafael Correa, cuando en 2012 anunció prósperas cooperaciones bilaterales en materia de ciencia, tecnología, innovación, petróleo y electricidad. No se trataba solo de vender, se trataba de “producir juntos”, según Correa. De eso, solo quedaron los titulares de prensa.
La visita de Aleksandr Lukashenko al Ecuador en 2012 y el posterior viaje de Correa a Minsk, capital de ese país europeo, provocó el arribo de dos empresas bielorrusas: la estatal Belorusneft y Belzarubezhstroy.
La primera se quedó con la explotación del campo Armadillo en el Bloque 55, ubicado en la provincia de Napo, la segunda ganó la fiscalización del montaje de las líneas de transmisión del proyecto Coca Codo Sinclair, por $34 millones, obra financiada con préstamos chinos.
En 2013 Belorusneft constituyó, junto a la empresa ecuatoriana Edinpetrol S.A., el Consorcio Service Oil Ecuador Ecuaservoil S.A.
En febrero de 2015, firmó con Petroamazonas EP (PAM) un contrato para explotar, durante 15 años, el Campo Armadillo. Ecuaservoil se comprometió a invertir $146 millones en perforación de pozos, obras civiles, ingeniería e infraestructura, valores que luego serían cobrados a Petroamazonas con una tarifa fija de $ 33.20 por cada barril de petróleo producido.
Un año después, en mayo de 2016, Ecuaservoil S.A. firmó un contrato con la empresa ecuatoriana Servicios Drilling Technologies (SDT) para que financie y ejecute las actividades y obligaciones contractuales, es decir la perforación de 11 pozos, los estudios de ingeniería, construcción de obras civiles y de infraestructura que se había acordado en el contrato de 2015.
También suscribieron un Acuerdo Máster de Servicios (AMS) que estableció que SDT sería el principal proveedor de servicios integrados de Ecuaservoil y que los recursos para financiar los trabajos debía conseguirlos por sus propios medios, ya sea mediante fondos propios, de terceros o prestación de servicios.
En otras palabras, el consorcio Ecuaservoil (con participación accionaria de los bielorrusos en el 61%) estaba por lograr sus metas contractuales y sin poner un devaluado rublo gracias a la inversión de la empresa ecuatoriana SDT.
La crisis de los precios del petróleo obligó a Petroamazonas a renegociar sus contratos. En junio de 2016 José Luis Cortázar, gerente general de Petroamazonas y Yaraslau Dorash, gerente general de Ecuaservoil firmaron un adendum al contrato que redujo el monto de las inversiones a $ 126.5 millones (20 millones menos) y cambió la tarifa a variable, según el precio del West Texas Intermediate (WTI).
Desde julio de 2017 a diciembre de 2020, Ecuaservoil ha extraído alrededor de 2.4 millones de barriles de crudo del campo Armadillo. Por ello, PAM ha cancelado más de $65 millones. Dinero que ha ido directamente a las cuentas de Belorusneft pese a no invertir ni la tercera parte de la cifra acordada en 2015.
Hoy, las empresas (SDT y sus proveedores) que realizaron la inversión en el campo Armadillo reclaman a la empresa bielorrusa pagos pendientes por más de $ 60 millones.
EL Fideicomiso
Para cobrar a Petroamazonas los montos por las inversiones realizadas, acordaron la constitución de un fideicomiso. En el documento -notarizado en mayo de 2017- constan las firmas de Stanislau Shapkin, gerente general de Ecuaservoil, Jorge Burbano, gerente general de SDT, Andrei Bohan, apoderado especial de la empresa estatal Belorusneft sucursal Ecuador, Zhang Xiong, apoderado especial de CNPC, Chuanqing Drilling Engineering Company Limited, sucursal Ecuador, y Álvaro Pólit, gerente general de Heimdaltrust Administradora de Fondos y Fideicomisos S.A. (La Fiduciaria).
Los beneficiarios del “fideicomiso de flujos Ecuaservoil” serían las compañías SDT (beneficiario 1), Belorusneft (beneficiario 2), Cnpc Chuanqing Drilling Engineering Company Limited (beneficiario 3), como beneficiario 4 la institución financiera que realice el crédito a favor de Ecuaservoil y beneficiario 5 la institución financiera que realice el crédito a favor de SDT.
Las instrucciones fiduciarias establecen que de esos recursos se pagarían hasta $2 millones anuales a Ecuaservoil por gastos operacionales (OPEX), el 90% del flujo sería para SDT por las inversiones realizadas y el 10% restante para Belorusneft.
Estas instrucciones fiduciarias nunca fueron cumplidas por Ecuaservoil, pues entre 2018 y 2020 las cifras por OPEX aumentaron arbitrariamente. Al menos, $12 millones usó Ecuaservoil a lo inicialmente acordado.
En junio de 2018, Ecuaservoil y Heimdal – Administradora de fondos y fideicomisos suscribieron un contrato en el que se le otorgó a Heimdal el encargo fiduciario. El dinero debía llegar a las cuentas de Heimdal, luego debía ser transferido al “Fideicomiso Flujos Ecuaservoil” para el pago de los beneficiarios de este.
En mayo de 2019, se hizo una reforma al encargo fiduciario. El contrato de reforma lo firmaron Ecuaservoil, Belorusneft y Heimdal. Belorusneft pasó a ser el beneficiario principal y la única depositaria de los fondos. Es decir, el dinero pagado por PAM va a la cuenta bancaria de Heimdal, luego es transferido a Belorusneft y el remanente, en caso de haber, destinado al “Fideicomiso Flujos Ecuaservoil” para pagar a sus beneficiarios.
Y aquí empezaron los problemas: SDT y sus proveedores acusan a Belorusneft de apropiarse de los fondos que debían llegar al “Fideicomiso Flujos Ecuaservoil”.
“La empresa contratista Service Oil Ecuador Ecuaservoil S.A. (Ecuaservoil) y su socio mayoritario, empresa líder del contrato: Empresa Estatal Unitaria Unión de Empresas Productoras Belorusneft Ecuador (Belorusneft) han ejecutado las actividades y obligaciones contractuales financiandose con más de 60 empresas, entre ellas muchas ecuatorianas que se encuentran en una situación financiera muy complicada, al borde de la quiebra, por no recibir el pago por los trabajos realizados en el campo Armadillo”, dicen los contratistas impagos, en un carta enviada al ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, René Ortiz.
En junio de 2020, Ecuaservoil y SDT iniciaron un proceso de negociación con el fin de cumplir con los pagos, actualmente, el problema sigue sin solución, pero Belorusneft sigue cobrando mensualmente las facturas por el campo Armadillo.
Petroamazonas, por su parte, ha señalado que asumió derechos y obligaciones con Ecuaservoil, “más no con sus Contratistas y/o Subcontratistas”.
En su carta, los contratistas señalan que Belorusneft también le debe a instituciones del Estado como el Servicio de Rentas Internas, Corporación Financiera Nacional y el ISSPOL.
El pleito llegó hasta instancias judiciales. A finales de 2020, un accionista de SDT denunció penalmente a Stanislau Shapkin, gerente general de Ecuaservoil y apoderado de Belorusneft, por abuso de confianza. Según la demanda el dinero pagado por Petroamazonas corresponde a la producción incremental de crudo, obtenida a partir de los bienes y servicios prestados por SDT a Ecuaservoil, sin embargo, esos recursos fueron dispuestos en BELORUSNEFT, “perjudicando de manera dolosa al primer beneficiario del FIDEICOMISO FLUJOS ECUASERVOIL, que es la compañía SDT”.
El caso lo lleva la fiscal Ruth Castillo, quien dispuso un allanamiento a las instalaciones de Ecuaservoil. Stanislau Shapkin, en una queja dirigida al Consejo de la Judicatura, firmada por su abogado Felipe Rodríguez, ha dicho que se trata de una “absurda denuncia” y ha pedido el cambio de fiscal, alegando “abuso del Derecho”, por cuanto no fue informado sobre el “injustificado” allanamiento ni notificado sobre la denuncia en su contra.
Este medio conoció que las accionistas de Ecuaservoil planean vender sus acciones a Gazprom International, una empresa petrolífera de origen ruso y que la consultora Servicios Ambientales Walsh Sawmp S.A., una empresa quiteña, dedicada a actividades de consultoría ambiental, realiza los trabajos de ‘DUE DILLIGENCE’ (análisis sobre la conveniencia de la negociación) previo a la firma del contrato de compraventa.
Documentos obtenidos por este medio, dan cuenta de comunicaciones entre Ecuaservoil, Gazprom y Walsh relacionadas con el plan de trabajo de Walsh y las visitas al campo Armadillo, realizadas en febrero de este año, cuyo propósito fue inspeccionar las instalaciones de la plataforma Armadillo-B (incluidos pozos, instalaciones de producción, auxiliares, instalaciones de infraestructura), tubería, línea de transmisión eléctrica. Además de comprobar pasivos ambientales de la perforación cerca de la plataforma Armadillo-B, entre otras actividades.