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Emilio José, Victoria y Diana, los rechazados de RC

  • 13 de junio de 2016 |
    mh

En junio de 2015, MilHojas.is contó la historia de estos tres niños con discapacidad mental, que no han recibido atención del Gobierno, pese a que viven en situación vulnerable.  Un año después, este portal vuelve a conversar con sus madres.  Anita Rivadeneira dice que Emilio José, de 9 años, necesita con urgencia  una operación de cadera. Patricia Moreno lamenta que su hija Victoria, de 24 años,  haya sufrido una regresión preocupante por falta de atención especializada. Y Diana, la niña golpeada por un policía a caballo durante las  protestas efectuadas en diciembre pasado contra las reformas constitucionales promovidas por el presidente Rafael Correa, no ha superado el trauma, dice Patricia Almeida, su madre. 
Imagen: Emilio José, de nueve años, con sus familiares, en la puerta de su casa.
Para Anita Rivadeneira y Patricia Moreno, la Misión Manuela Espejo y los bonos para las personas con discapacidad son más publicidad que realidad y lamentan que miles de ecuatorianos hayan sido engañados, pues aseguran que Lenín Moreno no instauró en el país una real política de atención para este segmento de la población.   
Cerca de $1.000 mensuales necesitan juntos  Emilio José, Victoria y Diana para sus tratamientos y  medicinas. Sus madres, dedicadas a su cuidado a tiempo completo, hacen malabares para sacar de donde sea ese dinero, pues no tienen empleo fijo. 
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Anita Rivadeneira cuenta que su hijo,  Emilio José, era beneficiario del bono Joaquín Gallegos Lara, pero a inicios de 2014 lo eliminaron de la lista, sin justificación.  
Patricia Moreno solicitó por más de cuatro años la calificación de Victoria para recibir los bonos estatales. Nunca le dieron una respuesta favorable. 
Patricia Almeida dice que la pequeña Diana no ha recibido la vista de ninguna autoridad, pese a los ofrecimientos que le hicieron tras el incidente con el policía montado.  
Las tres madres están indignadas, no solo porque el ex vicepresidente Lenín Moreno ocupa el cargo de  Enviado Especial de la ONU para las personas con discapacidad y vive  en Ginebra, sino porque suena como el candidato con mayor intención de voto para ganar las próximas elecciones presidenciales y suceder en 2017 a Rafael Correa, de quien fue vicepresidente de 2007 a 2013. 
No hay un dato oficial sobre el salario de Moreno en Suiza, pero bordearía $250.000  por año, es decir $20.000 mensuales. Al ser un puesto ad honórem, su sueldo y estadía, así como la de su familia, no los cubre la ONU, salen del Presupuesto del Estado ecuatoriano. A eso hay que sumar los $6.744 mensuales que su hija, Irina Moreno González, percibe desde que en marzo último el entonces canciller Ricardo Patiño la nombró Consejera del Servicio Exterior en la Representación Permanente del Ecuador ante la ONU en Ginebra. 
Si hacemos una simple operación matemática concluiremos que, en lugar de mantener al ex vicepresidente y a su familia en Suiza, el Gobierno podría financiar cada mes las terapias y medicinas de 26 mil niños y jóvenes como Emilio José, Victoria y Diana. 
Cada sabatina de $22.000 equivale a terapia y medicinas para 88.000 niños especiales al mes 
Si le tomamos la palabra al presidente Rafael Correa y damos por cierto que cada enlace ciudadano, mejor conocido como sabatina, cuesta $22 mil dólares, quiere decir cada mes el Gobierno destina $88.000 dólares para ese rubro. 
Si esta cifra la multiplicamos por 12 meses, el gasto anual asciende a $1.056.00. Eso quiere decir que un número similar de niños como Emilio José, Victoria y Diana, que sufren retraso mental, autismo y otros problemas de salud derivados de su condición, podrían ser atendidos si es que el mandatario dejara de gastar en las sabatinas, que duran de tres a tres horas y media. 
De acuerdo con notas de prensa, solo para la producción de los  sketch que se presentan en las sabatinas, el Ejecutivo destina $87.600 más IVA, cada seis meses. En este enlace se puede ver el contrato publicado en la página web de la Presidencia de la República. 
Su beneficiario es el periodista Ramón Bravo Arteaga quien, además de actuar en los sketch, ocupa el cargo de productor ejecutivo de noticias en Radio Pública, de línea oficialista. 
Mientras tanto, en Esmeraldas, cientos de personas discapacitadas y de la tercera edad se quedaron sin el Bono de Desarrollo Humano.


De 53. 610 beneficiarios, alrededor del 70% por ciento no lo cobrará. La reducción se dispuso tras el último censo de selección de beneficiarios (Selben), que se inició en enero pasado con la actualización de datos y encuestas domiciliarias a discapacitados y ancianos


De acuerdo con un nota publicada el 16 de mayo por diario La Hora, de 53. 610 beneficiarios, alrededor del 70% por ciento no lo cobrará. La reducción se dispuso tras el último censo de selección de beneficiarios (Selben), que se inició en enero pasado con la actualización de datos y encuestas domiciliarias a discapacitados y ancianos. 
La nota de prensa señala que la suspensión obedece a que no han entregado documentos, algo que niegan los afectados.  
Cecilia Almendáris, directora del Ministerio de Bienestar Social y Jenny Ortega, jefa política de Esmeraldas, recopilan copias de cédulas de los afectados para remitirlas a Quito, a fin de que se revise sus casos y se autorice su reinserción.  
Anita Rivadeneira: 'Lenín Moreno es una farsa, el Gobierno nos ha dado la espalda'
“En agosto de 2013 solicité  el bono Joaquín Gallegos Lara. Enseguida le dieron a Emilio José el carnet del Conadis y desde septiembre de se año empezó a recibir el bono de $240.  
Eso me alcanzaba para cubrir una terapia. Pero, en enero de 2014  le eliminaron de la lista de beneficiarios.  
Imagen: Anita Rivadeneira, la madre de Emilio José.
He pedido explicaciones, pero la respuesta ha sido peor. “Usted no vive en piso de tierra, su caso no es tan grave como otros”. Por eso he optado por pedir ayuda a  fundaciones fuera del país. Hay una en Miami que me ayuda una vez al año para cubrir la terapia más cara.  
Lenín Moreno es una farsa, lo están utilizando. El Gobierno dice que ayuda, pero a mí me ha dado la espalda. No tengo un trabajo fijo, estoy enferma. Si dejo de hacerle las terapias principales, mi hijo se va a deteriorar, eso no lo puedo permitir. El Emilio lucha por salir adelante, por vivir. Sería muy cruel dejarle sin terapias.   
Esto es injusto, mi situación es crítica. No solo tengo al Emilito sino una hija que termina el colegio, los gastos son muy fuertes, no tengo para la educación universitaria, para las terapias de mi hijo. Un niño con discapacidad necesita innumerables cosas. 
Me he visto limitada, no le estoy haciendo la terapia de lenguaje, pero sigo con las dos terapias neurológicas para que no empeore su situación cognitiva. Las dos cuestan $450 mensuales, que yo no tengo. Gracias a mi familia pago la mitad y la otra mitad estoy debiendo a la terapista. Ella le hace las terapias porque es una gran profesional, le conoce al Emilio desde que nació y no quiere que retroceda en  su tratamiento. 
Es terrible no tener lo necesario, un niño con discapacidad necesita estar mejor alimentado, pañales, vestido,  medicinas, terapias, leches, vitaminas. Deben estar bien nutridos porque así avanzan más rápido. 
Mi hijito está esperando por una cirugía de su cadera, porque los niños con parálisis cerebral desarrollan problemas en su columna. Voy a hacerle operar en las jornadas médicas gratuitas. Tengo que esperar, porque los médicos que vienen hacen gestión comunitaria y no cobran por su trabajo. Así no me costará mucho la operación. Hice una rifa y tengo parte del dinero guardado. La otra parte tuve que utilizar en gastos de la casa, porque a veces no tenemos ni para comer. 
Con respecto a la gestión de Lenín Moreno, cuando estuvo de vicepresidente, dieron ciertos beneficios, el bono. A mucha gente nos dan un tiempito, luego nos quitan, lo hacen para decir que dan a todo el mundo. En los centros de salud no hay gente profesional ni capacitada para tratar a los niños especiales. Mi hijo tiene el carnet del Conadis, pero no está recibiendo ningún beneficio.
Creo que Lenín Moreno va a ser o quieren candidatizarlo, le están utilizando porque tuvo gran aceptación, pero no creo que esté capacitado para ser Presidente y menos por el partido que nos tiene en la crisis en la que estamos. No es cierto que haya una política de Estado para atender a los discapacitados, es pura propaganda. No es un buen candidato,  seguramente no tienen a nadie más. 
Mi esposo nos abandonó, me siento impotente porque la falta de dinero trunca la vida de un niño que quiere salir adelante. 

Paty Moreno: “Si tengo que subirme a una tarima para desenmascarar a Moreno, lo hago”  
“Este Gobierno ha utilizado a los discapacitados para su beneficio político. La prueba es que solo les han contentado dándoles cama y colchón y un bonito para contentarlos. Eso es un insulto a la pobreza. Han pasado nueve años de este Gobierno y no tenemos un centro especializado para tratar a las personas con autismo, solo para mencionar una cosa. 
Imagen: Victoria, entrando a su casa. Ella necesita tratamiento especializado.

Mi hija Victoria necesita terapias especializadas, aquí no hay terapias para autistas ni ayuda  para los padres en estado de pobreza que tenemos que llevarlos y traerlos a todos lados, porque no pueden quedarse solos. 
No tenemos a dónde acudir, el Gobierno no se ha preocupado de nosotros. Tampoco tenemos $300 o $400 mensuales para mandarles a centros privados. En Guayaquil solo presta ese servicio  la fundación Comunicar, pero  está a tope, no hay espacio. Para ayudar a algunas personas tienen medias becas,  pero todas están copadas. 
Los autistas no pueden estar junto a personas con otro tipo de discapacidad. 
Cuando acudí, hace varios años, al MIES me dijeron que iban a mandar a la visitadora social a mi casa, nunca llegó.  
Me preocupa que Victoria esté involucionando. Vivo en un primer piso alto, la escalera no es reglamentaria y se cayó hace unos meses. No le pasa el estrés, ya no quiere salir de la casa. 
El Estado no brinda ayuda psicológica. En el hospital Abel Gilbert, todos los días hay filas de 100 a 150 discapacitados en espera de atención. 
Lo del bono no existe para mí, ni para mucha gente. No es cierto, la ayuda es solo publicidad. Publican a cuatro que les han dado y ellos son el escenario hermoso. 
En La Secretaría Técnica de Discapacidades cambian de gente a cada rato porque los cargos públicos son cuotas de poder. 
A uno la ven blanca y rubia y le dicen, “usted que va a necesitar, que va a ser pobre”.  Eso de los préstamos para que los padres de discapacitados iniciemos  un negocio es ridículo, no es cierto. 
Hasta me metí en la Vicepresidencia, hace tiempo hablé  con el coordinador, de nada sirvió.


'Cada vez que veo en las noticias a Lenín Moreno, le digo que todo es mentira, que no se burle de nuestros hijos, que no somos estúpidos'


Por eso, cada vez que veo en las noticias a Lenín Moreno, le digo que todo es mentira, que no se burle de nuestros hijos, que no somos estúpidos. Me bloquean mis cuentas en las redes sociales, pero sigo diciendo lo que pienso, sigo denunciando la verdad. Si tengo que subirme a una tarima para decirle mentiroso, lo haré. Hagan un recorrido y pregunten a los familiares de las personas discapacitadas sobre los beneficios y les dirán que no hay nada. 
Victoria aprendió a leer a los cuatro años porque le enseñé yo. Conmigo aprendió el significado de los ruidos, pero no puedo hacer más, llegué al límite y no tengo ayuda especializada.  
Ella sola coordina notas y te hace en el piano una composición musical con ritmo, pero si no tiene un terapista no puede desarrollar eso que le gusta tanto. 
Ahora se pasa acostada, ya pesa 160 libras y mide 1,50, es preocupante. Aunque los autistas son solitarios, a ratos Victoria quiere cogerme la mano. Ahora habla menos, ha involucionado, pero no lloro, sigo luchando. 
He ido al dispensario Martha Roldós, en Guayaquil, pero casi no encuentro al psiquiatra, porque es itinerante y solo atiende hasta las 12. Por mi cáncer de piel tengo recaídas y me prohibieron el calor. Pero lo que sé hacer es cocinar y me he dedicado a hacer tortas de choclo, de maduro, para sacar algo para las medicinas de Victoria, en las que gasto alrededor de $160 mensuales.  
Yo no lloro, yo discuto, prefiero pelear. Por eso sostengo que no es posible que, por estar encaramado en una silla de ruedas,  tengamos que mantener a Lenín Moreno en Suiza. Que me digan qué hizo por los discapacitados. Para mí es un sinvergüenza.

MilHojas.is

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